MEMORIA GUERRA CIVIL
Homenaje a los muertos en el exilio
Historiadores han podido documentar 841 enterrados en el cementerio del oeste de Perpinyà, la fosa más grande de exiliados || Un estudio en el que se incluye una treintena de leridanos
El cementerio del Oeste de Perpinyà acogió el viernes un acto de recuerdo y homenaje a los exiliados republicanos que fueron enterrados allí. Un acto de memoria que llega 83 años después y que coincide con el aniversario de los primeros entierros de republicanos que huían de las tropas franquistas en una fosa de este cementerio. La investigación de los historiadores Jordi Oliva, Martí Picas y Noemí Riudor han permitido documentar el nombre de 841 exiliados que fueron enterrados en el cementerio del Oeste de Perpinyà, siendo una de las fosas más grandes causadas por la Guerra Civil, y probablemente la más grande de las causadas por el exilio de 1939, sobre todo de internados en los campos de Argelers, Sant Cebrià y el Barcarès.
Estos nombres parten de una lista con los primeros nombres de personas fallecidas en el exilio que llevaron a cabo estos historiadores, que incluían a 1.685 personas en una primera fase,entre ellos 33 leridanos que fallecieron en el exilio, así como a 8 vecinos de la Franja de Ponent. Desde entonces, ya han podido contabilizar un total de 2.838 nombres gracias a las investigaciones sobre el terreno. Actualmente, en el cementerio del Oeste se puede encontrar un pequeño monolito dedicado al exilio, que fue erigido en el cuarto aniversario del fusilamiento del president Lluís Companys.
El acto del viernes, al que asistieron más de un centenar de personas, contó con la presencia del expresident de la Generalitat Quim Torra, el exconseller de Cultura Lluís Puig; el director general de Memòria Democràtica, Vicenç Villatoro, y el del Memorial Democràtic, Enric Pujol, entre otros. No faltaron familiares de los fallecidos y enterrados en la fosa, de los que muchos desconocían su destino hasta la publicación de la investigación de Oliva, Picas y Riudor, que reclamaron la dignificación de este espacio de memoria.Los historiadores señalan que la cifra de enterrados en el cementerio del Oeste podría aumentar a medida que avancen las investigaciones. Sus pesquisas, en las que se han encontrado dificultades para acceder a la información y falta de presupuesto, han permitido desvelar historias como la de Hortènsia Cortina, hija de una familia de Alòs d’Isil.
que murió con solo 1 año de vida de difteria cuando fue trasladada a los campos de refugiados de la playa. También la de Antoni Rubinat, un soldado de Almenar afiliado a la FAI que murió con 31 años.