La búsqueda de restaurantes de cocina saludable aumenta un 20% desde el inicio de la pandemia

La apuesta por la comida sana es una tendencia en auge que ha ido ganando peso en los últimos años, debido en parte a la preocupación por la salud generada por la pandemia.

Según una encuesta realizada por la plataforma de reservas TheFork, la búsqueda de restaurantes “healthy” por parte de los comensales ha experimentado un aumento de un 20% desde 2020. Entre los hábitos saludables que más están llevando a cabo los comensales, destaca la reducción del consumo de alimentos procesados y azúcares (18,8%), la práctica deporte y estilo de vida activo (18,3%) y el cuidado de la dieta, apostando por alimentos saludables (11,5%).

El 39,5% de los comensales reserva entre 1 y 3 veces al mes en algún restaurante que ofrece opciones saludables, y el 35,1% lo hace, al menos, una vez al mes. Para estas ocasiones, más de la mitad (58,9%) afirma que no tiene problemas para encontrar lo que buscan y encuentran alternativas sanas entre la oferta gastronómica.

Y es que, cada vez más personas prefieren llevar una alimentación equilibrada, e incluso, un 55,4% está dispuesto a pagar más por alimentos o platos saludables. Actualmente el ticket medio más consumido es de 25€ por persona. Entre los platos de comida saludable favoritos de los comensales españoles, sin duda, el poke es el más buscado en los últimos dos años, cuya búsqueda ha crecido +42% desde 2020. Tras este, destaca el ceviche, que ha subido dos posiciones en 2021 y su búsqueda ha aumentado un +71% desde 2020.

Otras tendencias en consumo sostenible

Si bien, el reciclaje es la práctica más extendida por los encuestados (18,8%), seguido de la reducción del desperdicio de alimentos (17,7%) y usar medios de transporte no contaminantes (6,5%). La preocupación por el futuro y evolución en las formas de consumo también se extiende al sector de la hostelería y muchos restaurantes optan por una comida más saludable en donde se modifica la forma de cocinar, reduciendo los ingredientes, usándolos de manera diferente o utilizando otros diferentes; disminuyendo el uso de carne o utilizando las nuevas tecnologías para buscar alternativas menos contaminantes para el medio ambiente, como cultivar carne a partir de células animales, aumentar la trazabilidad o crear "superalimentos" con biotecnología.