TECNOLOGÍA INVESTIGACIÓN
La UdL mejora la 'nariz electrónica'
Logra por primera vez que este dispositivo para detectar gases sea más simple y, a la vez, más efectivo || De esta forma consiguen reducir el coste a unos 200 euros y el consumo de energía
El Laboratorio de Robótica de la Universidad de Lleida ha optimizado una “nariz electrónica” (eNose) capaz de detectar dos compuestos volátiles con precisión utilizando 16 sensores iguales y poco específicos. Es la primera vez que se consigue, ya que habitualmente estos dispositivos utilizan más detectores y más especializados. El objetivo final es desarrollar un sistema olfativo artificial portátil, de bajo coste y bajo consumo energético.
Los resultados de la investigación, que abre un amplio abanico de aplicaciones prácticas, se han publicado en la revista Sensors. “Lo normal es utilizar muchos sensores muy diferentes para poder detectar un amplio rango de sustancias”, explicó el profesor y responsable del Laboratorio de Robótica de la UdL, Jordi Palacín. “Se han llegado a utilizar más de un millar en un eNose, lo que encarece el producto final”, añadió.
Sin embargo, los investigadores de la Escola Politècnica Superior han utilizado un mismo tipo de sensor digital en miniatura que habitualmente solo se usa para medir la temperatura. “Nos decíamos que era imposible afinar la detección de gases y hemos logrado una tasa de acierto muy elevada con el procesamiento de señal”, destacó Palacín. Los resultados de los experimentos de validación han demostrado que procesando los datos de los sensores se pueden detectar, como mínimo, dos tipos de gases.
En los ensayos en condiciones de laboratorio han logrado clasificar con éxito el etanol y la acetona, con una tasa de acierto superior al 94% dos días después del calibrado y de más del 70% dos semanas después. El diseño de la UdL consiste en una matriz con 16 sensores digitales en miniatura de un solo tipo capaces de hacer medidas simultáneas de temperatura del aire, presión, humedad y del total de compuestos orgánicos volátiles. Cuentan con una capa semiconductora con un óxido metálico (MOX) que es muy sensible a la presencia de gases.
Este prototipo de nariz electrónica, que mejora uno anterior que los investigadores de la UdL incorporaron en un robot móvil para detectar una posible fuga de gas, reduce la medida, el consumo de energía a 0,9 W y el coste a unos 200 euros.
“Se pueden incorporar a cualquier máquina y en el móvil”
El responsable del Laboratorio de Robótica de la UdL destacó que el nuevo prototipo se puede incorporar en cualquier máquina de cualquier industria, como una cárnica o una procesadora de alimentos, para detectar posibles fugas de gas e incluso de olores. “Se podría incorporar el sentido del olfato a cualquier máquina con una reducción del coste muy importante, ya que los sistemas actuales superan los 6.000 euros”, añadió.
Según Palacín, aunque todavía no se ha probado, se podría diseñar la aplicación a través del teléfono móvil, por lo que es importante haber superado el inconveniente del ahorro de energía.