Se multiplican por 10 los casos de sarna desde el inicio de la pandemia
En los últimos meses han aparecido varios brotes de sarna en residencias, hospitales y también a nivel particular. Pero la divulgación de algunos de estos casos en las redes sociales ha creado una cierta alarma. Un video del usuario @lajotaroja_ en Tik Tok se ha hecho viral por afirmar que hay una plaga de sarna en España y que su principal foco son los probadores de ropa. Esta declaración ha conseguido viralizarse llegando a las 300.000 visualizaciones en menos de 24 horas.
Los expertos aseguran que si alguien infectado se pone unos pantalones, los lleva durante unos minutos y poco después otro cliente repite el proceso con la misma prenda, no es imposible que ocurra algo así, pero si muy difícil. La sarna es habitual que surja en lugares donde hay más contacto, como residencias y hospitales.
Lo que sí que es cierto hay más casos diagnosticados que antes de que estallara la pandemia de la covid. Tal y como señalan los expertos, los casos se han multiplicado por 10 y, debido al confinamiento y el retraso de los tratamientos, han surgido tipos de sarna más “persistentes” y más “resistentes”. El confinamiento pudo ser un detonante, sumado al retraso en el diagnóstico, por ignorancia o por la saturación de los centros de atención primaria, han provocado su extensión. Por otro lado, la resistencia a los tratamientos del ácaro están aumentando las infecciones.
La sarna es una enfermedad de la piel que provoca picores y la causan unos ácaros muy pequeños, los Sarcoptes scabiei, que entran en la piel, cavando túneles. No es una enfermedad grave, pero sí muy molesta y contagiosa y se trata con medicamentos que se aplican en la piel y que matan los ácaros y también eliminan los huevos.
Una vez ha cambiado de huésped, el ácaro se mete en la capa superficial de la piel y, en el caso de la hembra, empieza a poner de 2 a 3 huevos diarios. Nacen a los diez días y continúan la colonización de zonas de piel.
A medida que el parásito se instala va provocando las primeras señales. A los tres o cuatro días la infección ya produce:
- Irritación y erupción de la piel, con rojeces que recuerdan las espinillas.
- Picor especialmente intenso por la noche cuando estamos más relajados y concentrados en nuestra piel.
- Una consecuencia del picor y el continuo rascarse puede provocar incluso la aparición de llagas en la zona.
Para evitar el contagio, lo mejor es la previsión. La higiene es nuestra principal barrera. Lavar bien la ropa, sobre todo las toallas, y a ser posible no compartirlas, ni siquiera la de manos.