El Col·legi d'Infermeres crea un registro para que las profesionales puedan denunciar agresiones y pedir ayuda

El Col·legi d'Infermeres ha creado un registro para que las profesionales puedan denunciar agresiones tanto físicas como psicológicas que sufren en el desarrollo de su trabajo. El objetivo de la entidad es recoger datos reales, que las afectadas se sientan acompañadas y que el colectivo pueda pedir la ayuda psicológica y legal que necesite. Aunque no existen datos sobre el número de agresiones sufridas por enfermeras en la demarcación de Lleida, las agresiones sufridas por el colectivo sanitario bajaron un 18% del 2019 en el 2020 en el Estado, a causa de la pandemia, que redujo las visitas presenciales; las sufridas por el colectivo de enfermería aumentaron un 12,5%. La demarcación de Lleida cuenta con 2.500 enfermeras colegiadas.

La presidenta del Col·legi d'Infermeres de Lleida, Mercè Porté, explica que el objetivo del registro es que la enfermera "se sienta acompañada" y que las agresiones no queden impunes. "Se tiene que denunciar porque que sino parece que no exista", apunta.

El Informe bianual de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud del Ministeri de Sanitat registró 8.532 agresiones en sanitarios en el 2020, enfrente de las 10.450 registradas en el 2019, a nivel estatal.

A pesar del optimismo de los datos globales, los números no han sido igual de con las enfermeras. El Informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras del Consejo General de Enfermería (CGE) detectó, en el 2020, un 12,5% más agresiones a enfermeras y enfermeros que el año anterior. En total 1.657 agresiones oficialmente reportadas, a las cuales habría que sumar las que no se notificaron.

Esta tendencia, que se revela al alza, ha disparado las alarmas y en el caso del Col·legi d'Infermeres i Infermers de Lleida (COILL) se ha decidido impulsar el Registre d'agressions a les Infermeres i Infermers de Lleida. El registro tiene como objetivo facilitar a todas las enfermeras colegiadas una ventanilla única donde denunciar cualquier violencia en el ejercicio de la profesión y facilitarlas el apoyo|soporte integral para recuperarse, física y psicológicamente, además del asesoramiento legal y laboral necesario.

La habilitación del registro permitirá obtener información detallada sobre el tipo y el alcance de las violencias sufridas, tanto verbales como|cómo amenazas, insultos o descalificaciones, como|cómo físicas como empuje o puñetazos. También permitirá detectar el tipo de centros y servicios con más índice de incidencias, el impacto según la categoría profesional y puesto de trabajo de la enfermera/er agredido, las causas esgrimidas por el agresor/a; o el perfil de la persona agresora y su relación –usuario, paciente, familiar– con la enfermera/er.

Sobre esta evaluación del aumento de agresiones a las enfermeras, el COILL hace una segunda lectura. "Ser la fuerza de trabajo más numerosa del sistema sanitario –más del 60% de los profesionales de la Salud– y la proximidad y accesibilidad –con usuarios, pacientes y familiares– seguramente son factores de exposición a tener en cuenta para comprender el porqué a las enfermeras sufren tantas agresiones. Sin embargo, hay otros condicionantes que las hacen vulnerables, aseguran, como el hecho de ser una profesión altamente feminizada (el 85% somos mujeres) o los niveles de percepción que tiene la población sobre su autoridad y capacitación."