Ponts recupera la fiesta del Ranxo, con 12.000 raciones y en un nuevo emplazamiento para dar más espacio a los asistentes

Ponts ha recuperado este martes la fiesta del Ranxo, con la cual la localidad cierra los principales actos de Carnaval. Las 58 calderas donde se preparan entre 10.000 y 12.000 raciones de esta comida típica de invierno han dejado este año la avenida Font de Valldans para trasladarse, unos metros más allá, a la plaza del Portalet. De esta manera, se busca que los asistentes a la celebración tengan más espacio y, por lo tanto, no se produzcan tantas aglomeraciones. Aparte del cambio de ubicación, el resto se ha organizado de la misma manera que antes de la pandemia, después de que el año pasado se tuviera que adaptar la fiesta a un formato virtual y más reducido. Además de poder llevarse el rancho en una olla, el plato también se sirve en los restaurantes del pueblo.

La jefa de cocina del Ranxo de Ponts, Rosa Boix, ha destacado que la preparación de la comida mantiene el sistema y contiene los mismos ingredientes que en ediciones anteriores. También ha dicho que el emplazamiento de este año es provisional y que la idea es volver a la anterior ubicación una vez pase la situación sanitaria actual. Aunque este año las temperaturas y el sol han acompañado la celebración, Boix ha recordado que se trata de un plato calórico de invierno confeccionado, entre otros, con pollo, cerdo, patatas, garbanzos y arroz y que, tradicionalmente, servía para que la población más humilde pudiera afrontar mejor el periodo de cuaresma.

De hecho, la preparación de esta típica escudilla se remonta, como mínimo, al año 1875. Una de sus particularidades está en su cocción, ya que se hace mediante fuego de leña y con ollas de cobre, lo que le aporta un sabor diferente. Por su parte, la alcaldesa de Ponts, Solés Carabasa, ha valorado muy positivamente que la fiesta haya podido recuperar este año la presencialidad. En este sentido, ha dicho que todo indica que supone que la pandemia está quedando "atrás" y que se está recuperando una "cierta normalidad" en el día a día de la población.