Mollerussa pone en marcha una prueba piloto con cinco papeleras de reciclaje interactivas alimentadas con energía solar
Se prevé instalar una cuarentena más este año para testar como contribuyen a mejorar la recogida selectiva
Mollerussa ha puesto en marcha una prueba piloto para testar la optimización de la recogida selectiva mediante la utilización de papeleras interactivas alimentadas con energía solar, las cuales cuentan con pantallas digitales estáticas o dinámicas que proporcionan conexión wifi y cargador de móvil USB. De momento, se han instalado cinco papeleras, cuatro en diferentes puntos del centro urbano y una quinta próxima a la piscina municipal cubierta. La previsión es instalar durante este año una cuarentena de unidades más en otros lugares de la capital del Pla d'Urgell como el parque de la Serra, la zona de la avenida del Canal o espacios próximos a las carreteras del Palau y de Miralcamp.
Mejorar la cobertura wifi en lugares alejados del centro y evaluar las prestaciones de un sistema de publicidad dinámico y de comunicación basado en tecnología led son dos de los objetivos principales de esta prueba piloto, que está impulsada por la firma Solar Outdoor Media con sede en Berlín y es la sexta que se lleva a cabo dentro del proyecto Mollerussa Smartlab promovido por la Generalitat dentro de la estrategia SmartCatalonia. Mollerussa será la primera ciudad del estado español que dispondrá de estas papeleras con tecnología alemana y que permiten la recogida de seis fracciones como son cristal, papel, envases, aceites, pilas y restos de tabaco.
La prueba piloto tenía que iniciarse el junio pasado coincidiendo con la celebración de la Fira de Sant Josep pero problemas de logística no lo hicieron posible aunque sí que se pudo ver en el estand de la firma promotora una unidad de estas papeleras. Estos elementos del mobiliario urbano utilizan sensores inteligentes ultrasónicos que, con la ayuda de un sistema operativo propio, monotoritza la acumulación de desperdicios en tiempo real. Esta información permite optimizar las rutas y frecuencias de la recogida de residuos, lo cual favorece la reducción de costes logísticos y la disminución de las emisiones de carbono derivadas.