El miedo a un ataque nuclear aumenta las ventas de yodo de manera exponencial
La invasión rusa a Ucrania y el ataque a la central nuclear de Zaporiya así como las diferentes amenazas de activar el arsenal nuclear ha incrementado el miedo a un ataque nuclear a la vez que han despertado un interés inusitado por el yodo en un corto espacio de tiempo. Así, según los datos que maneja PromoFarma by DocMorris, desde el 28 de febrero al 6 de marzo se ha detectado un incremento del 89300% de las búsquedas de la palabra clave yodo en su web.
Además, en el mismo periodo de tiempo, se ha producido un aumento de las ventas de los complementos alimenticios que llevan yodo del 1665%, informan. La demanda de este complemento no solo ha crecido en el Estado español sinó también en Francia, Noruega, Italia, Bélgica y Grecia.
Aunque en los protocolos de catástrofe nuclear está contemplada la distribución de yodo entre la población de riesgo siempre se hace de un manera equitativa y en una dosis justificada. Solamente en este contexto, se puede utilizar la toma de este mineral, de manera extraordinaria, para “saturar la glándula tiroides de yodo y evitar que absorba el yodo radiactivo del ambiente durante un tiempo”, explica Mar Santamaria, farmacéutica de PromoFarma by DocMorris.
Por otro lado, al formar parte de los protocolos de emergencia, debe garantizarse el acceso de la población al yodo medicamentoso y solo si la situación lo justifica. En ningún caso a nivel individual se debe suplementar en yodo, ya sea con un medicamento o un complemento alimenticio, sin estar indicado puesto que puede crear problemas de tiroides hasta el punto de ser potencialmente graves, advierte Santamaria.
En este contexto Mar Santamaria enfatiza los siguientes puntos a tener en cuenta:
- Los medicamentos con ioduro potásico necesitan prescripción médica y están indicados para personas con déficit de yodo. Los complementos alimenticios con yodo, igualmente, requieren un asesoramiento por parte de un profesional sanitario para un uso seguro y efectivo, y también están pensados para cubrir las necesidades en situaciones de posible carencia de este mineral.
- En los protocolos de incidentes en centrales nucleares está contemplada la distribución protocolizada que garantice el acceso general por parte de la población al ioduro potásico, pero en su justa dosis y en base a una situación de emergencia que lo justifique. En estos casos, la toma de una dosis pre-determinada de yodo puede ejercer una "saturación" de la glándula tiroides para evitar que absorba yodo radiactivo ambiental. Pero, en otros contextos, carece de sentido.
- Pero, fuera de esta situación, en ningún caso se recomienda o está avalada la toma preventiva de yodo (ioduro potásico) por los posibles efectos secundarios inherentes a la toma de este mineral fuera de indicación y que pueden acontecer en algunas personas con problemas tiroideos: desde el hipotirodisimo a una excesiva producción de hormonas tiroideas que resulte contraproducente.
Santamaria concluye que “De manera preventiva, no está en absoluto justificada la acumulación o toma de medicamentos o suplementos con yodo. Porque acumular yodo en casa entraña un riesgo innecesario para la propia salud y para la salud de los demás: puede limitar el acceso al tratamiento de los pacientes con carencias reales y que lo tengan prescrito por necesidad.”