ESNOTICIA
Un terreno a medio conquistar
Ser mujer y dedicarse a la política dejó de ser una extravagancia con la llegada de la democracia. Aún así, es otro de los terrenos donde no se ha logrado la plena igualdad a tenor de los datos, especialmente en referencia a los altos cargos. Los máximos representantes de instituciones como la Universitat de Lleida, el ayuntamiento de Lleida, la patronal Foment del Treball o la Sindicatura de Comptes tienen todavía nombre de varón, exclusivamente.
Son algunos de los cargos a los que todavía nunca ha accedido una mujer. Sí ha habido una presidenta de la diputación de Lleida (Rosa Maria Perelló, de Junts), pero fue una sustitución y duró unos meses hasta las siguientes elecciones municipales. La política municipal es una muestra de lo que ocurre en la mayoría de los ámbitos.
En Lleida hay actualmente medio centenar de alcaldesas, lo que implica que 180 ayuntamientos están dirigidos por hombres. La Noguera es la comarca con un mayor número de alcaldesas, hasta 12, sobre 30 municipios, lo que supone un 40% del total. Porcentualmente gana por goleada la Alta Ribagorça, donde dos de sus tres municipios (Vilaller y La Vall de Boí) están dirigidos por mujeres.
En cuanto al resto: el Alt Urgell tiene 9 alcaldesas sobre 19 ayuntamientos; Les Garrigues, solo 5 de 24 consistorios están encabezados por una mujer; en el Pla d’Urgell son 3 de 16 y en el Urgell 7 sobre 20. En la Segarra, son únicamente 2 de los 21 ayuntamientos y en el Pallars Jussà, también 2 sobre 14, mientra que en Aran solo hay una primera edil, si bien el cargo máximo local, la Sindicatura de Aran, lo ocupa también una mujer, Maria Vergés. En el Pallars Sobirà, la representación es también mínima y en el Segrià hay ocho alcaldesas y los otros 30 municipios están dirigidos por un alcalde.La proporción es un poco mayor si se tienen en cuenta el número de concejales: hay 1.058 hombres y 652 mujeres, lo que implica un 38% sobre el total.La evolución tiende claramente a la paridad (en 1979, cuando se celebraron las primeras eleciones municipales en democracia fueron solo 3 alcaldesas en Lleida y 103 en el conjunto del Estado) pero lo hace de forma lenta.
Y eso es así a pesar de que una ley estatal de 2007 estableció la obligación de que las mujeres ocuparan al menos el 40% de las listas electorales y que su posición en las candidaturas siguiera también criterios de paridad. Los altos cargos aún son sobre todo masculinos.