Rusia podria activar su propio Internet ante un posible bloqueo internacional

El Gobierno ruso ha negado tener planes para apagar internet, pero su progresivo aislacionismo comunicativo hace temer que el país pueda deslizarse hacia un internet similar al ‘Gran Cortafuegos’ de China, una red ‘soberana’ supeditada a la censura y vigilancia constante del gobierno.

RuNet es una red nacional que se comenzó a desarrollar con la intención de que Rusia contase con conexión propia ante un posible problema. “RuNet está dirigido solo a prevenir las consecuencias adversas de la desconexión global de la red global, que está controlada en gran medida desde el extranjero”, explicó el presidente Vladimir Putin en 2019.

El 1 de noviembre de 2019 entró en vigor la "ley del internet soberano" que da poder al Roskomnazor, la organización que controla las telecomunicaciones en el país, para apagar las conexiones de Rusia con la red mundial si considera que hay una emergencia, así como para bloquear cualquier contenido sospechoso, todo sin necesitar autorización judicial ni avisar a proveedores. Además, la nueva Ley del Internet Soberano obliga a vender móviles en el país con aplicaciones preinstaladas que hayan sido aprobadas por el gobierno ruso. 

Cabe señalar que, recientemente, el vice primer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov, ha solicitado que se desconecte a Rusia de la red global y que se elimine el dominio .ru. Sin embargo, los activistas de los derechos internacionales consideran que esta medida fomentaría la censura ya existente en el país. Si se aplicase esta propuesta, RuNet sería una posible solución.

La red rusa cuenta con imitaciones de algunas páginas famosas a nivel mundial. Así, reproduce el formato de Wikipedia con su propia enciclopedia rusa y sustituye las redes sociales Facebook y Twitter por las plataformas rusas VK y Odnoklassniki, que son usadas por el 78% de la ciudadanía del país. 

A mediados de 2021 se tuvo conocimiento una de las últimas pruebas secretas en las que Rusia consiguió con éxito desconectarse del internet global durante varios días sin que la población notara la diferencia. Como es habitual, se ha restringido buena parte de la información y datos sobre el proyecto, lo que impide saber el alcance real que tiene RuNet.