GUERRA LAS CONSECUENCIAS EN LLEIDA
Los refugiados del vuelo humanitario de Polonia llegan exhaustos a Guissona
Al final son una veintena que también han sido acogidos en Biosca y Ossó de Sió
Una veintena de refugiados de Ucraina llegó la madrugada de ayer a Guissona. Formaban parte de un vuelo humanitario de 217 personas organizado por Open Arms, la fundación Salidarie y el ayuntamiento de Guissona. Los refugiados han sido acogidos también en Biosca, donde se han habilitado las antiguas escuelas, y en Ossó de Sió.
Eran las cinco de la madrugada de ayer cuando entraron en autocar en las instalaciones del complejo de bonÀrea de Guissona los 20 refugiados procedentes del corredor humanitario de 217 personas que partieron a las diez de la noche del sábado de Varsovia, en Polonia.
Casi todos eran niños y mujeres jóvenes, salvo un anciano de 96 años. Muchos de ellos fueron recogidos por familiares en el aeropuerto del Prat y otros se quedaron en Barcelona para recibir atención médica. El resto, emprendieron un viaje hacia Badalona, Manresa, Madrid y Guissona.
Medio centenar de voluntarios de Guissona, que los llevaban esperando desde la medianoche, los recibieron con aplausos. Les ofrecieron comida, aunque apenas tenían fuerza para sentarse en las mesas del restaurante y se quedaban dormidos. Paralelamente, otros voluntarios se ocuparon de distribuir los alojamientos por las casas de Guissona y Ossó de Sió, si bien el número más grande, siete, se trasladaron hasta las antiguas escuelas de Biosca, donde llegaban pasadas las seis.
La jornada anterior, una veintena de vecinos habían adecuado las instalaciones como casa de acogida. La equiparon con cocina, habitaciones, lavabos y sala de estar. A la entrada, un cartel con la bandera de Ucrania rodeada de flores y con el lema “Benvinguts a Biosca” en catalán y en ucraniano, símbolo de la ilusión que han puesto en el proyecto los vecinos.Se trata del primer corredor humanitario organizado por Open Arms, la fundación Salidaire y el ayuntamiento de Guissona.
La negociación la ha hecho el médico de Guissona Josep Santacreu. Hasta Varsovia fueron el presidente de la comunidad eslava, Andriy Sukhlyak, y el teniente de alcalde Josep Farreras. En la llegada a Barcelona fueron recibidos por el alcalde, Jaume Ars.
El alcalde alerta que están llegando al límite de su capacidad de acogida
El alcalde de Guissona, Jaume Ars, explicó que, con 143 personas acogidas, están llegando al límite de su capacidad para atender a refugiados. De hecho, han sido dos semanas en las que tanto el consistorio como la población se han volcado en la atención humanitaria buscando alojamiento y organizando iniciativas para la atención psicológica, la educación, el ocio y la cultura. Al proyecto se han sumado masivamente los vecinos y entidades locales y también las empresas, en especial bonÀrea.
El reto de Guissona es notable (uno de cada siete vecinos es ucraniano) pero no único. Así, todas las poblaciones leridanas se han volcado de forma unánime. De hecho, lo demuestran las ofertas de viviendas de Biosca y Ossó de Sió, pero también La Sentiu o Ivorra, todos ellos coordinados desde Guissona.
Además, la semana pasada Guissona envió, con aportaciones de toda Lleida, un primer convoy de ayuda humanitaria de 12,5 toneladas entre productos sanitarios, ropa de abrigo y comida. Ars comentó ayer que el degoteo de personas refugiadas continuará durante las próximas semanas a un ritmo similar al actual, entorno a unas 10 personas diarias.