Guissona empieza a empadronar a los refugiados ucranianos que llegaron el sábado
El municipio acoge a 143 refugiados y ya hay contactos con otras ciudades como Lleida para cuando no pueda absorber más
Guissona ha empezado a empadronar a los refugiados ucranianos que llegaron el sábado de madrugada. El alcalde Jaume Ars ha explicado que es el primer paso para garantizarles "bienes básicos" como la salud y la educación. El martes ya se harán matriculaciones en los centros educativos y los niños se incorporarán a las aulas progresivamente. El municipio ya acoge a 143 refugiados, de los cuales 60 son menores. Ars ha recordado que como máximo tienen capacidad para acoger 200 y por eso ha adelantado que mantienen contactos con ciudades como Lleida ya que el goteo de llegadas se prevé constante durante las próximas semanas. La llegada del sábado al aeropuerto fue "complicada" porque salieron positivos de covid-19.
El Ayuntamiento de Guissona se ha marcado unos "ritmos de trabajo" para gestionar la llegada constante de refugiados que huyen de la guerra a Ucrania. El sábado llegaron 21 que venían con un avión de 261 refugiados de la mano de Open Arms, entre otras organizaciones e instituciones, y este lunes se los ha empezado a empadronar. Uno de los objetivos principales es que los niños puedan matricularse lo más pronto posible a las escuelas. Ars ha explicado que se está mirando que los niños tengan "referencias" en los centros educativos, ya sean familiares o amigos, y a partir de aquí se les dirige a una u otra escuela. Si no hay ningún referente, la comisión de escolarización del Departamento de Educación hace la asignación que corresponde.
El empadronamiento genera una primera entrevista con los técnicos de inmigración y a partir de aquí se evalúan todos estos aspectos que el centro educativo coge para marcar el ritmo de matriculación. Y es que según el alcalde, quizás no todos los niños que han llegado están ya preparados para ir mañana mismo a la escuela, ya que han hecho un largo y duro viaje para huir de la guerra y "necesitan su tiempo". Guissona es una población con un plan educativo de entorno con ratios que van de los 22 a los 23 alumnos por aula. Por este motivo, todavía hay "cojín" para absorber a más alumnos. En cualquier caso, Ars ha asegurado que Educación se está planteando de reforzar las aulas de acogida.
Por otra parte, el alcalde ha recordado que ya la semana pasada pusieron en marcha una oferta de actividades de ocio complementarias para los niños refugiados en diferentes equipamientos como la biblioteca municipal y ahora, una vez escolarizados, "se complementarán".
"Preocupación" ante la llegada constante de refugiados
Guissona puede asumir "perfectamente" a los 143 refugiados pero Ars ha reiterado que eso no podrá ser así si la llegada sigue siendo constante, ya que el municipio se ha convertido "en efecto llamada" y después del estallido de la guerra, la comunidad ucraniana ya ha pasado a ser la mayoritaria en el pueblo. Por este motivo, Ars ha reconocido que están "preocupados" por los días que vienen, ya que se han fijado un tope de 200 refugiados y no paran de llegar. Además, hay 120 voluntarios pero que son temporales. Ahora se han empezado a establecer contactos con municipios del entorno pero también ciudades grandes como Lleida para empezar a planificar las futuras acogidas.
Igualmente, Ars ha explicado que algunos de los refugiados que han llegado se volverán a marchar en los próximos días porque tienen familiares o conocidos en otros puntos del Estado o incluso del extranjero, ya que está una que llegó el sábado que ya les ha manifestado su voluntad de marcharse a Bélgica.
Las complicaciones del sábado por los positivos de covid
La llegada de refugiados del sábado fue un poco "complicada" con momentos de mucha "tensión", según ha relatado el alcalde. De los 261 refugiados que iban en el vuelo, algunos que se trasladaban a Badalona, a Manresa, a Guissona y también a Madrid. Cuando bajaron los que se quedaban en Cataluña, empezaron a salir casos positivos de covid-19 y estas personas tuvieron que seguir un circuito diferente.
Eso comportó que se tuvieran que hacer nuevos papeles y hubo un momento de paro en el que no se sabía qué hacer. Finalmente, Cruz Roja asumió los positivos de covid y se quedaron en Barcelona. Todo, hizo ralentizar el operativo, y si el vuelo aterrizaba poco después de las doce de la madrugada, no fue hasta las cuatro que pudieron salir los refugiados hacia Guissona. Además, de los 35 previstos, sólo llegaron 21.