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Un hombre lleva seis años comiendo en restaurantes sin pagar la cuenta

Un hombre lleva seis años comiendo en restaurantes sin pagar la cuenta

Un hombre lleva seis años comiendo en restaurantes sin pagar la cuenta

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Antonio Miguel Grimal, de 47 años y natural de Barcelona, acumula 46 detenciones repitiendo siempre un mismo modus operandi: come lo que apetece, pide la cuenta, asegura que no va a pagar y, si el hostelero opta por denunciarle, espera a la patrulla con indiferencia. Así lo lleva haciendo desde hace más de seis años con total impunidad, especialmente en establecimientos de Zaragoza.

En todos los casos, no obstante, escoge establecimientos de rango medio en los que una buena cena jamás supera el umbral de los 400 euros porque, si así fuese, el Código Penal ya prevé una pena de prisión de 6 a 18 meses. Y es que el castigo por un simpa de menos de esta cantidad es una multa, que varía en función de las capacidades económicas del infractor. Y aquí está la clave: Al disponer solo de una pensión no contributiva, Grimal esquiva todas las sanciones y, como mucho, sale del juicio rápido con una orden de alejamiento que le impide volver al establecimiento al que ha estafado deliberadamente. 

Según el Heraldo de Aragón, Grimal ingresó en prisión el pasado 13 de marzo después de comer sin pagar en nueve restaurantes a lo largo de un mes. Pero no es lo habitual porque la jurisprudencia del Tribunal Supremo impide aplicar el agravante de reincidencia en los delitos leves para evitar "penas desproporcionadas". En 2017, de hecho, la Fiscalía llegó a pedir tres años de cárcel y una multa de 2.160 euros por haber cenado en un hotel con dos amigos (143,30 euros) y no pagar la cuenta. Pero la pena acabó siendo mucho menor: 270 euros y la obligación de saldar la deuda de la cena. Grimal, pues, ha dado con una especie de fallo en el sistema que, en la práctica, le permite seguir comiendo gratis casi con total impunidad. A principios de marzo, de hecho, lo primero que hizo al salir del calabozo fue irse a cenar marcándose otro simpa.

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