Describen los efectos nocivos de un insecticida utilizado habitualmente en agricultura, jardines y terrazas
El estudio se ha hecho con larvas de peces cebra, que tienen muchas similitudes con el sistema nervioso humano
Investigadores del Instituto de Diagnosis Ambiental y Estudios del Agua y del Instituto de Química Avanzada de Catalunya del CSIC han descrito que la exposición durante sólo 24 horas al insecticida carbaril produce efectos nocivos en larvas de peces cebra, organismo modelo utilizado en investigación por la similitud de su sistema nervioso al de los seres humanos. Incluso a concentraciones 35.000 veces por debajo de los niveles actualmente considerados seguros, este insecticida afecta gravemente al comportamiento de estos organismos, comprometiendo su supervivencia. Este insecticida, prohibido en algunos países y regulado en otros, como es el caso de España, se utiliza de manera habitual en agricultura, jardines y terrazas.
El carbaril es un insecticida clasificado como potencial carcinogénico para las personas. Se absorbe por inhalación, ingestión y, en menor medida, contacto. Los investigadores han demostrado que la exposición durante sólo 24 horas a concentraciones del insecticida que se pueden encontrar normalmente en el medio ambiente (0,066 a 660 nanogramos por litro de agua), producen efectos nocivos en las conductas de las larvas de peces cebra, comprometiendo su supervivencia.
La razón por la cual estas concentraciones, inferiores a las consideradas como seguras, afectan al comportamiento radica en un mecanismo desconocido hasta hoy. El insecticida bloquea los receptores de adrenalina y serotonina, dos neurotransmisores clave para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Además, el carbaril, mediante este mecanismo, también altera la actividad cardiaca, aumentando significativamente el ritmo del corazón.