SALUD
La pobreza duplica el riesgo de sufrir obesidad o sobrepeso en los niños
Según un informe de Save the Children, sube la obesidad en los niños pobres al 32 %, frente al 19 % de los ricos
Los hábitos más sedentarios de los menores por la covid -por el cierre de aulas, comedores escolares y actividades de ocio y el aumento del uso de pantallas- han elevado al 28 % la obesidad infantil, que en los hogares con rentas más bajas alcanza al 32,5 % de los niños de 4 y 16 años y con mayores rentas al 19 %.
Save the Children analiza en el estudio "Adiós a la dieta mediterránea: nutrición y hábitos saludables de la infancia en España" la incidencia de la pandemia y de la renta de las familias en la salud nutricional de los niños y sus hábitos saludables, comparando un sondeo a más de dos mil familias realizado en octubre de 2021 con la Encuesta Nacional de Salud (2017). "Vivir en un hogar pobre duplica el riesgo de sufrir obesidad o sobrepeso, que en España ya tienen uno de cada tres niños tras la pandemia", ha asegurado Andrés Conde, director general de la ONG, que ha advertido de que la situación puede agravarse por la subida de precios de alimentos como verduras y frutas.
Los hogares con menores ingresos tienen menos posibilidades de acceder a los alimentos necesarios para una dieta equilibrada, de sufragar actividades extraescolares o de ocio no sedentario o de tratar problemas de salud, como los trastornos de conducta alimentaria o las patologías bucodentales, que los hogares con rentas altas, destaca el informe. "La inflación se ceba con las familias más pobres, porque el encarecimiento de precios en los alimentos esenciales es más duro para las rentas más bajas", ha añadido Conde. Además, "los barrios más pobres tienden a concentrar mayor número de restaurantes y establecimientos de comida rápida".
Las cifras que muestran la incidencia de la renta: el 18,1 % de los menores de familias con ingresos más bajos consume a diario comida rápida frente al 10 % de los de familias acomodadas; respecto a la actividad física o deportiva, la practican con regularidad el 71 % de los hogares con ingresos altos y desciende al 41 % en las familias de renta baja.
El responsable de la organización de defensa de la infancia ha incidido en que la pandemia ha interrumpido la tendencia positiva de descenso de las tasas de obesidad, que se situaban en el 27,6 % y la ha elevado hasta el 28%, e insiste en que la situación inflacionista puede elevar esos porcentajes. Respecto a las diferencias por sexo, desaparecen en la primera infancia -de 4 a 12 años-, pero sí destacan en la adolescencia: se produce en el 28 % de los chicos, frente al 13 % de las chicas.
Más horas de pantallas y menos de sueño, más probabilidad de sobrepeso
La pandemia ha sumado media hora más de uso de pantallas, que es el tiempo que los jóvenes han restado al sueño, explica el estudio. Los niños que dedican más de dos horas al uso de móviles, ordenadores u otras pantallas ha pasado del 25 % al 42 %, que el caso de los adolescentes suman casi cuatro horas de uso al día.
El informe recuerda que son factores determinantes de la obesidad y el sobrepeso en la infancia, no solo la calidad de su alimentación, la actividad física que realizan o el número de horas que pasan durmiendo o frente a una pantalla, también factores ambientales, culturales y biológicos -si sus padres y madres son obesos tienen más posibilidades de sufrir exceso de peso-.
La pandemia ha afectado a la reducción del consumo de verduras y, en especial, la fruta: en 2017 el 56 % consumía fruta a diario y el pasado mes de octubre era el 40 %.
Becas comedor y fiscalidad estricta a la comida no saludable
Para Save the Children, los comedores escolares son los grandes aliados contra el exceso de peso porque garantizan una comida saludable, por lo que piden extender las becas a todos los menores que lo precisen.
Del 27,4 % de menores en situación de pobreza, según el INE, solo el 11,2 % percibe beca comedor. El estudio muestra las diferencias entre comunidades: País Vasco ofrece cobertura completa por encima de su tasa de pobreza, mientras que Murcia, Melilla, Islas Baleares y Cantabria apenas llegan al 5 % de esos niños, detalla.
Save the Children propone aplicar "una fiscalidad más estricta a los alimentos perjudiciales para la salud y una más beneficiosa a la alimentación saludable", regular la figura del dietista y crear equipos multidisciplinares para la lucha contra la obesidad infantil.
"Los niños y niñas de Suecia son los más cercanos a llevar una dieta mediterránea en Europa, cuando precisamente esa dieta nació en los países de la ribera del Mediterráneo que la estamos perdiendo", ha reflexionado Conde.