Acció Climàtica refuerza la seguridad de las batidas en la nueva temporada de caza

A partir de la próxima temporada de caza 2022-2023 habrá que comunicar al Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural las batidas de caza mayor previstas. Esta información quedará recogida en una aplicación y permitirá planificar la actividad y compatibilizarla mejor con otros usos en el medio natural y aumentar la seguridad. La resolución de vedas, que es la normativa que marca como será la temporada de caza, incluye la obligación por parte de la persona o entidad titular del aprovechamiento cinegético de comunicar el día y lugar|sitio donde se hará la batida durante la temporada hábil de caza. La temporada de caza del jabalí va desde el primer domingo de septiembre hasta el último de marzo.

Esta mejora en seguridad se suma al protocolo de que firmó Acció Climàtica el noviembre pasado con los espacios naturales de la Diputació de Barcelona y la Federació de Caça para mejorar la seguridad en las batidas, y que se irá implementando en otras zonas.

Emergencia cinegética

Otra de las novedades que incorpora la nueva temporada de caza es una modificación de la llamada emergencia cinegética, que es un concepto utilizado para referirse a situaciones con carácter de urgencia en que se produce un desequilibrio en la población de animales salvajes. La actualización de este procedimiento permitirá actuar de manera más precisa, mejorar la efectividad de las batidas y aumentar el número de animales capturados, señalan desde la conselleria.

La emergencia cinegética es una figura que permite actuar en aquellas comarcas o ámbitos territoriales donde se produce una abundancia de una especie cinegética o no protegida de manera que resulte peligrosa o nociva para las personas o perjudicial a la agricultura, la ganadería, los terrenos forestales, las especies|especias protegidas o la caza. Se actúa siempre que se superen los umbrales establecidos por la resolución anual de vedas.

Con la nueva resolución de vedas, la declaración de esta figura se podrá aplicar sólo en jabalí y conejo, que son las especies|especias cinegéticas que actualmente generan problemáticas muy graves en diferentes zonas del territorio catalán. La nueva figura quedará acotada en las zonas más críticas, para dedicar todos los esfuerzos y reducir el problema.

Debido a la evolución al alza de la población del jabalí en los últimos años y del conejo en determinadas comarcas, prácticamente todo el territorio de Cataluña tendría que ser declarado en emergencia, cosa que, según Acció Climàtica, resulta inalcanzable y poco práctico. En este sentido, desde el Departament indican que hay bastantes zonas donde el jabalí o el conejo superan el umbral establecido, pero no supone un riesgo inminente en cuanto a daños. En cambio, hay otras poblaciones, que, aunque no lleguen al umbral, o no se encuentren en la situación geográfica o el entorno previsto, son susceptibles de producir daños o riesgos importantes.

Para declarar emergencia si los daños son reiterados, si no hay un número de capturas suficiente o no se ha conseguido hacer disminuir estos daños, se podrá actuar de forma subsidiaria. Eso quiere decir que, en vez del titular de aquel terreno responsable de actuar en esta zona, podrá actuar uno tercero siguiendo lo que determina la resolución de vedas. El equipo técnico del Departament estudiará cada zona susceptible de entrar en emergencia para ver qué número de jabalíes o conejos hay que capturar. También se actuará de forma subsidiaria cuando se pueda constatar de manera objetiva que el titular del área privada de caza no ha cumplido o no puede cumplir lo que establece la declaración de emergencia.

Esta nueva propuesta pretende, por una parte, poder aplicarse a las zonas críticas según la nueva redacción de los umbrales y, de otra, que la Administración pueda activar, si procede, las medidas subsidiarias de manera más ágil.

Plan de choque con de más de 10 MEUR

El Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural presentó a principios de marzo el Plan estratégico para el control de los daños producidos por el jabalí 2022-2024. Con un presupuesto de más de 10 millones de euros, quiere reducir en tres años las sobrepoblaciones de este animal y los efectos y conflictos que produce en Cataluña.