Buñuelos de Cuaresma: la receta tradicional
La base de los buñuelos es bien sencilla: una masa de harina frita con forma circular o de pelota. A partir de ahí, la masa puede mezclarse con agua, leche, huevo o levadura, y puede llevar todo tipo de rellenos, dulce o salado. Hay buñuelos de crema, de nata, de calabaza, de naranja, etc. Y salados: con bacalao, gambas, berenjena o calabacín.
Los buñuelos de cuaresma se diferencian del resto en que la masa se aromatiza con vino blanco, la ralladura de algún cítrico y anís en grano o matalahúva.
Ingredientes
- Leche (150 ml)
- Azúcar (15 gr)
- Harina (75 gr)
- Mantequilla (30 gr)
- Huevo (1)
- Vino dulce (15 ml)
- Limón (ralladura de 1)
- Anís en grano (una cucharadita)
- Canela
- Aceite de girasol
- Sal
En un cazo echamos la leche, el azúcar, la mantequilla, el vino dulce, los granos de anís en grano, la ralladura de limón y una pizca de sal. Ponemos al fuego y cuando comience a hervir lo retiramos. Añadimos la harina y mezclamos hasta incorporarla. Cuando la masa se despegue del cazo, agregamos el huevo. Mezclamos e integramos.
Con la masa ya homogénea, hacemos porciones con forma de pequeñas pelotas, ayudándonos de dos cucharas. En una sartén echamos aceite de girasol y cuando esté caliente (no mucho o se harán por fuera y no por dentro) vamos friendo las bolas de masa. Sacamos los buñuelos cuando estén dorados por completo y los vamos colocando sobre papel absorbente. Ya templados, los pasamos por azúcar y/o canela.