Esto es lo que cuesta aislar una vivienda y las ayudas que se pueden pedir
Un aislamiento térmico deficiente dispara el consumo de energía en climatización y puede suponer pagar hasta 1.000 euros más al año en energía. En España, se calcula que la mitad de las viviendas están mal aisladas. Cambiar las ventanas y poner aislamiento en los muros puede conseguir que la vivienda pase de una calificación energética D a una A. Esto supone reducir el consumo a una décima parte de lo que se gasta con una ventana simple. Pasar de una etiqueta a la siguiente ahorra cada año unos 3.000 kWh y 200 euros anuales en energía, según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)
Aislar la casa cuesta de 3.000 a 11.000 euros, explica la OCU en un informe. Un presupuesto para aislar un piso de 90 m2 en la zona climática D —la segunda más fría—, incluyendo la instalación, acabados, pintura e impuestos oscila entre 3.200 euros si se hace una reforma ligera, que consista solo en aislar parcialmente los muros exteriores, y 10.523 euros si se opta por un mayor espesor del aislamiento y un cambio de ventanas.
Ayudas para aislar: del 30% al 80% de subvención
Hay subvenciones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que cubren desde el 30 % al 80 % del coste de la reforma, pero sin incluir el IVA. Para los consumidores más vulnerables, en algunas comunidades autónomas pueden cubrir todo el coste de las obras, pero de nuevo excluyendo el IVA.
En concreto, las ayudas a las que se puede acceder son:
- Subvenciones directas a las obras de aislamiento térmico (Real Decreto 853/2021, del 5 de octubre): se pueden aplicar a viviendas individuales o a edificios enteros. Para las viviendas se cubre hasta el 40 % de la inversión, que debe ser de 1.000 euros como mínimo. La ayuda máxima será de 3.000 euros. Los requisitos son que la reforma logre un ahorro del 7 % del consumo de energía de la vivienda o que se consuma un 30 % menos de energía no renovable.
- Subvenciones para rehabilitar viviendas en poblaciones en “reto demográfico”(Plan Pree 5.000): la reforma debe lograr un ahorro de un 30 % del gasto en energía de origen no renovable o mejorar al menos una letra la etiqueta energética del edificio.
- Deducciones fiscales para la inversión en la rehabilitación de la vivienda habitual: se puede desgravar el 20 % de lo invertido si las obras disminuyen en un 7 % el gasto de energía para calefacción y refrigeración. Si se alcanza un 30 % de reducción del consumo o se logra una etiqueta energética A o B, la deducción sube hasta el 40 %. Cuando la rehabilitación afecta a todo el edificio, la deducción puede alcanzar el 60 %.
Las ayudas se solicitan telemáticamente en cada comunidad autónoma (más información en IDAE). La OCU denuncia, no obstante, que es difícil que estas ayudas, tal y como están diseñadas, alcancen a los consumidores más vulnerables, precisamente quienes más las necesitan porque habitan las viviendas menos eficientes y tienen menos recursos.