Demanda a la empresa por hacerle una fiesta sorpresa que no quería y le tendrán que pagar 450.000 dólares
Un jurado de Kentucky ha concedido una indemnización de 450.000 dólares a un hombre que demandó a su jefe después de pedirle que no le organizaran una fiesta de cumpleaños en el trabajo y que la celebración se llevara a cabo de todos modos. Kevin Berling había dicho a su supervisor que una celebración de cumpleaños le traería malos recuerdos de la infancia sobre el divorcio de sus padres y le causaría un estrés inmenso.
La empresa, sin embargo, no hizo caso de la petición y el trabajador tuvo un ataque de pánico al ver que se había montado igualmente la fiesta, informó el Courier Journal. Al día siguiente, Berling tuvo otro ataque de pánico cuando su supervisor lo acusó de "robar la alegría a sus compañeros de trabajo y ser una niña pequeña". Al cabo de dos días más, la empresa, Gravity Diagnostics lo despidió alegando problemas relacionados con la "seguridad en el puesto de trabajo". Kevin Berling sostiene que la empresa lo discriminó y el juez le ha dado la razón al otorgarle 300.000 dólares por angustia emocional y 150.000 dólares por los salarios perdidos.
La empresa ha negado cualquier delito y defiende que mantiene la decisión de despedir a este trabajador porque "infringió la normativa sobre la violencia en el puesto de trabajo". Argumentan que el resto de trabajadores se sintieron amenazados por la reacción que tuvo. La abogada de la empresa ha añadido que presentarán un recurso contra la sentencia.
El abogado de Kevin Berling, Tony Bucher, ha dicho a la BBC que "no hay absolutamente ninguna prueba" que su cliente amenazara a nadie de la empresa: "Tuvo un ataque de pánico. Nada más. Y, como los representantes de Gravity Diagnostics no entendieron su respuesta, supusieron que era una amenaza." "Asumir que las personas con problemas de salud mental son peligrosas sin ninguna evidencia de comportamientos violentos es discriminatorio", añadió.