Jesús Quintero, hepatólogo pediátrico de Vall d'Hebron hace un llamamiento a la calma ante los casos de hepatitis aguda grave en niños
Ve "probable" un goteo de casos de hepatitis infantiles porque se han de reportado todos, también retrospectivos, pero descarta una "explosión"
El responsable de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático Pediátrico del Hospital Vall d'Hebron, Jesús Quintero, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad ante los casos de hepatitis aguda grave detectados en niños en Cataluña. "Es necesaria la alerta sanitaria pero no la alarma social", ha dicho a la ACN. El especialista ha explicado que la sensibilización por|para la pandemia de la covid-19 hace que todo el mundo esté más alerta. Desde el punto de vista sanitario, explica que las hepatitis agudas han existido siempre y, aunque ve "probable" un goteo de casos, ha descartado una "explosión" de estos. En este sentido, ha recordado que ahora se tienen que reportar de manera retrospectiva todos los casos desde principios de año.
El gobierno español informó el viernes pasado sobre 13 casos entre confirmados y probables de hepatitis aguda grave infantil al Estado. De estos, en Cataluña hay dos confirmados y tres probables. Quintero apunta pero que la calificación de 'confirmado' y 'probable' no quiere decir que los últimos no lo sean, sino que se ha respetado la nomenclatura inglesa donde la diferencia está en la edad. Los confirmados son en los menores de 10 años y los probables de entre 11 y 16, todos ellos pero presentan los mismos cuadros.
En todo caso, cree que son cifras "pequeñas" si se tiene en cuenta que la alerta sanitaria obliga a recontar los casos desde finales de diciembre del 2021. "Se muy probable un goteo de casos pero será un aumento progresivo y no una explosión de casos", ha dicho. Hoy por hoy, dice que lo que ha pasado en el Reino Unido "seguro que no es normal" pero que en Cataluña, si hay un aumento, "es muy discreto".
Cuadro frecuente
El experto explica que la hepatitis aguda es una enfermedad frecuente en pediatría, que a menudo pasa asintomática y que se detecta en una analítica. Se trata de inflamaciones del hígado y días antes los niños suelen tener cuadros digestivos, con vómitos y diarrea, pero sin fiebre. También provoca ictericia, es decir, que la piel o la parte blanca del ojos se vuelve amarillo. Con todo insiste: "La gran mayoría de niños que tengan cuadros|cuadras de diarreas y vómitos no tendrán hepatitis aguda grave, tendrán un cuadro normal".
En la mayoría de los pacientes la evolución se buena y sin necesidad de un tratamiento específico. Reconoce pero que hay un porcentaje pequeño de casos en que la inflamación es grave y se produce una disfunción hepática. Eso es lo que ha provocado un trasplante en uno de los casos en el estado.
El hepatólogo añade que todavía no está claro que hay detrás de estas hepatitis pero que todo apunta que se trata de un adenovirus. Si realmente es eso, también ve claro que el mecanismo de transmisión no es "ni de largo" tan alto como el del coronavirus. Y es que los casos encontrados hasta ahora son, mayoritariamente, aislados y sin relación entre ellos.
Miedo de repetir la pandemia
Quintero cree que la relativa alarma social provocada por estos casos de hepatitis se explica por|para la sensibilización y el miedo a repetir una situación como la de la covid-19, más todavía cuando|cuándo se trata de niños. Cree que esta alerta sanitaria "no hubiera sido noticia" hace cinco años y recuerda que de alertas sanitarias ha habido antes. "Si es necesaria la alerta sanitaria, buscar los casos y porque pasan, pero no es necesaria la alarma social", insiste.
Por eso, afirma que no hace falta que la población cambie sus rutinas ni se plantee situaciones como la de no llevar|traer a los hijos a los centros educativos. En caso de que se confirme que detrás hay un adenovirus, la prevención pasa por las medidas que ya se toman a raíz de la pandemia: limpieza de manos, taparse al toser, limpiar superficies y "cierta" distancia social.
También pide un trato "riguroso" de la información para no contribuir a la alarma social. "La gente se lo ha pasado muy mal y tiene mucho miedo de volver atrás", manifiesto.