La enfermedad cardiovascular y el Alzheimer comparten biomarcadores
Así la ha demostrado un estudio liderado por investigadores españoles
Un estudio desarrollado por el Hospital Clínico San Cecilio y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) ha demostrado que la enfermedad cardiovascular y el Alzheimer tienen, al menos, cuatro biomarcadores comunes. La investigación ha apuntado que estos potenciales biomarcadores comunes podrían tener un papel relevante en las dos enfermedades y en su base genética y terapéutica. El trabajo, del grupo de investigación liderado por el doctor Manuel Muñoz Torres, jefe de grupo del área de Fragilidad y Envejecimiento Saludable del CIBER, se ha centrado en identificar nuevos factores implicados en la relación de las dos enfermedades para profundizar en sus vías moleculares comunes.
La investigación ha incluido estudios bioinformáticos y la validación de muestras de tejido vascular calcificado de pacientes diabéticos afectados por enfermedad cardiovascular y ha identificado cuatro potenciales biomarcadores comunes. En el contexto terapéutico, se ha observado que el uso de diversos anticoagulantes orales puede tener un efecto beneficioso para el tratamiento de trastornos neurodegenerativos, lo que evidencia la existencia de vías moleculares comunes en el desarrollo de ambas patologías.
El envejecimiento es uno de los principales factores implicados en el desarrollo de distintas enfermedades, entre las que se encuentran la enfermedad cardiovascular que incluye dolencias coronarias, cerebrovasculares y arterial periférica. El estudio también ha observado que la obesidad, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, se asocia con la demencia y que un mayor índice de masa corporal en la edad media aumenta proporcionalmente el riesgo de desarrollar Alzheimer.
Por otro lado, las alteraciones cerebrales en los pacientes con Alzheimer suelen ir acompañadas de alteraciones vasculares, de forma que en más del 90 % de los casos de pacientes se observa un deterioro en los vasos sanguíneos y complicaciones cardiovasculares. "Aunque hacen falta más estudios para profundizar en la función de estos potenciales biomarcadores, la evidencia experimental indica que podrían tener un papel relevante en el desarrollo de estos trastornos, por lo que su validación abre la puerta al diseño de herramientas diagnósticas y terapéuticas que mejoren la calidad de vida de los pacientes", ha explicado la investigadora del CIBERFES Beatriz García Fontana.
El Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) es un consorcio dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación que incluye CIBERFES, dedicado a la Fragilidad y Envejecimiento Saludable y dedicado a entender, evaluar y paliar la discapacidad que padecen las personas mayores.