¡Que no pare la fiesta en Lleida!

Alrededor de 700 personas harán posible este fin de semana que Lleida retorne a 1150, cuando las tropas cristianas conquistaron Madina Larida. Tras dos años de interrupción y limitaciones, la capital del Segrià recuperará una de sus tradiciones más arraigadas, la que será la XXVI Festa de Moros i Cristians. Así, los Urgellencs, Anglesola y Pallaresos entrarán el sábado en la ciudad decididos a reconquistarla y poner fin a tres largos años de ocupación mora −en 2020 no se celebró la batalla y el año pasado, de forma excepcional, los dos bandos empataron−.

Las actividades arrancarán el 14 de mayo a las 12.00 horas con el ‘vermut fester’ en la plaza de Sant Francesc. La fiesta continuará por la tarde con la batalla dialéctica entre moros y cristianos, que por segundo año se celebrará en la plaza Sant Joan porque “es un espacio amplio que permite al público sentarse y no dificulta la circulación de los transeúntes, como pasaba en la plaza Paeria”, explicó ayer el presidente de la entidad, Josep Lluís Gàzquez. El domingo 15 de mayo será el ‘día grande’ de la festividad, con el desfile de las comparsas acompañadas de 280 músicos desde la calle Sant Martí hasta la Paeria.

Por primera vez, la gran batalla final en la Seu Vella (21.00 horas) tendrá dos escenarios y, tras una primera parte ante el edificio de la Canonja, se trasladará a la Porta dels Apóstols. Con un mes de mayo que es sinónimo de fiesta en Lleida, la música fue ayer la protagonista en la cuarta jornada de la Festa Major en honor a Sant Anastasi. Mientras el escenario de la plaza Sant Joan acogió los espectáculos de danza y acrobacias del club INEF, los Camps Elisis se llenaron de las melodías de Sexenni, El último escuadrón, Olga Zoet o Eira.