Arranca un Aplec de Caragol de cine

El Aplec del Caragol tomó ayer el relevo del maig fester en Lleida. Después de la Fira de Titelles y la Festa Major, la sala Leandre Cristòfol de la Llotja acogió la inauguración de la fiesta gastronómica más importante de la capital del Segrià. El encargado de poner la emoción y toques de humor a tan esperado reencuentro fue el empresario Tatxo Benet, autor del pregón que sirvió también para abrir la semana cultural que precederá a la gran fiesta gastronómica del fin de semana.

En su discurso, Benet enalteció a la capital del Segrià, a los leridanos y, en especial al Aplec, que definió como “la fiesta mayor de toda Catalunya, donde todos nos hermanamos para beber, reír y comer”. El que se ha convertido en un embajador de la cocina del caracol después de cuatro décadas viviendo en Barcelona, recordó también los inicios de esta celebración cuando “en el año 76 yo era un joven periodista del Diario de Lérida y coincidió que Manolo Calpe estaba haciendo la decoración de la casa de mis padres. Podría haberle ayudado a organizar la fiesta y pasar a la historia como uno de los grandes impulsores del Aplec”, bromeó Benet, que también se valió de la sátira para hacer un paralelismo entre la lentitud de los caracoles y los trenes de Rodalies.

Como es tradición, el acto incluyó la entrega de premios Caragol Bover y Caragol Llimac 2022. El primero de estos reconocimientos fue para la película Alcarràs “por dar visibilidad internacional al llano de Lleida y rendir homenaje a la agricultura familiar”. La propia Carla Simón, acompañada de toda la familia Solé al completo, recogió el galardón de manos del vicepresidente de la Fecoll, Juan Carlos Mercader.

Tras una gran ovación, la directora del laureado film explicó que “era impensable no incluir una escena en la que toda la familia se reuniera en la mesa para comer caracoles, una tradición que queríamos compartir con todo el mundo”. Por otro lado, el Cargol Llimac se lo llevó el club Lleida Esportiu por la mala gestión de los anteriores gestores, que “fue motivo de vergüenza para los leridanos”. Su actual presidente, Luís Pereira, también se ganó los aplausos del público al reconocer que “por mucho tiempo el Lleida fue un monumento a la mediocridad y esperamos poder cambiar eso, por el bien de la ciudad”.

El X Concurs de Rodolins i Versos Satírics fue para Noèlia Marín, cap de colla de Camí de Montcada. El acto contó también con la participación del presidente de la Fecoll, Ferran Perdrix, y el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo.