Aprobada la ley del aborto que vuelve a financiar las píldoras anticonceptivas

El Gobierno central aprobó ayer el anteproyecto de la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, que reforma la legislación vigente para blindar este derecho en la sanidad pública y otros, como incapacidades temporales por reglas dolorosas o la incorporación de las píldoras anticonceptivas de última generación en la cartera de la Seguridad Social, después de que se dejara de financiar varias de ellas en 2013 tras años incluidas en el catálogo.

La ley, que según la ministra de Igualdad, Irene Montero, “garantiza el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo”, acaba con el consentimiento familiar para que las chicas de 16 y 17 años puedan interrumpir su embarazo de forma voluntaria, un requisito que incorporó en 2015 el PP en su modificación de la norma vigente de 2010. En este sentido, la sanidad pública será “la red de referencia” para abortar, y se crea un registro de objetores de conciencia como en la ley de eutanasia. También elimina los tres días de reflexión que hasta ahora se requerían antes de practicar una interrupción voluntaria del embarazo y hace hincapié en que los centros donde puedan abortar las mujeres estén lo más cerca posible a su domicilio en función del método que elijan (quirúrgico o farmacológico).

Sin embargo, una de las medidas que más debate ha abierto en los últimos días es la incapacidad laboral temporal por reglas dolorosas, cuyo coste será asumido desde el primer día por la Seguridad Social, no se exigirá un mínimo cotizado y durará el tiempo que necesite la mujer. Para acceder a este derecho, en el historial clínico debe constar este problema a través del especialista, para que el médico de familia pueda conceder la incapacidad. También se incluye el derecho a la incapacidad temporal en la semana 39 del embarazo y también por aborto.

Según una respuesta parlamentaria publicada ayer por la conselleria de Salud, el año pasado se llevaron a cabo un total de 34 abortos quirúrgicos en las comarcas leridanas, lo que incluye las interrupciones voluntarias y por motivos médicos. También se hicieron 507 interrupciones farmacológicas.

Reducir el IVA en tampones y compresas, pendiente

Tras muchas discusiones entre el ministerio de Igualdad y el de Hacienda, la nueva legislación no incluirá la bajada de IVA de compresas, tampones y copas menstruales al 4%, porcentaje impositivo que tienen algunos productos de primera necesidad.

“El ministerio de Hacienda no ha querido que vaya en esta ley, pero lo volveremos a negociar en los Presupuestos Generales del Estado”, aseguró la titular de Igualdad, Irene Montero. “Es una de las cuestiones que quedan pendientes”, dijo. Aun así, sostuvo que la ley del aborto “da muchos pasos” para que sea “más fácil” lograr el IVA superreducido para estos productos, “bien en los presupuestos o bien en los próximos meses”, porque la norma incluye que en los centros educativos o en los penitenciarios se puedan distribuir de forma gratuita.

Entretanto, la ley considera la gestación subrogada una forma de violencia contra las mujeres, de forma que se perseguirán a las agencias que promueven esta práctica, aunque finalmente no castigará a quienes acudan a estas empresas.“Alguna vez tuve que faltar al trabajo porque no podía moverme de la cama y, cuando era más joven, llegué a desmayarme del dolor”, recuerda esta leridana a la que diagnosticaron endometriosis hace cinco años, cuando tenía 29 y tuvo que someterse a una operación. “Estuve de baja por una hemorragia interna y, poco después, me despidieron de mi trabajo. Todavía hay mucha incomprensión sobre el dolor menstrual y otro tipo de dolores, igual que pasa con otras enfermedades como la fibriomialgia, por ejemplo.

Que ahora esta baja esté reconocida es un primer paso para romper este tabú”, explicó esta nutricionista, al mismo tiempo que aseguró que “ahora me encuentro mucho mejor gracias a unos hábitos más saludables”. “Está claro que cualquier mejora para la mujer es buena y necesaria pero pienso que tener que esperar a la semana 39 de embarazo para disponer de un permiso retribuido es llegar demasiado tarde”. Esta vecina de La Seu explica que en su primer embarazo cogió la baja un mes antes del nacimiento de su hija.

“La mayoría de mujeres necesitamos parar de trabajar antes, pocas son las que aguantan hasta el final, sobre todo cuando el nacimiento está previsto para los meses de más calor”, “pienso que debían haber luchado más por conseguir el permiso a partir de las 36 semanas”, insiste. En cualquier caso, defiende las ayudas económicas, “especialmente en estos momentos que tenemos que hacer frente a un montón de gastos sobrevenidos”.