Cómo conseguir que tu perro no le tenga miedo al coche

Hay perros que le tienen mucho miedo al coche ya sea porque se marean o bien porque se les ha forzado a entrar en el coche o lo asocian a otras experiencias negativas (veterinario, miedo al sonido, etc). La solución es intentar cambiar su mentalidad para que el animal no relacione el coche con miedo, estrés o frustración sinó que lo asocie a una experiencia positiva.

Se puede usar su alimento preferido para ir premiándolo cuando esté cerca del coche (sin meterse). Así irá asociando el vehículo con una experiencia buena. Lo más probable es que haya que repetir esta acción durante varios días. Con el paso del tiempo cuando el perro vea el coche lo relacionará con un estímulo positivo. 

El siguiente paso será encender el coche para que aprenda a tolerar el sonido. En el momento del encendido, de nuevo, hay que premiar al perro con su snack además de palabras positivas y caricias. Tras repetirlo en varias ocasiones, se puede empezar a abrir las puertas del coche para que poco a poco empiece a acostumbrarse. Los perros asocian los sonidos a las experiencias y si se le premia de nuevo al abrir la puerta, seguirá pensando en positivo. 

Después toca montarlo en el coche, primero con el motor apagado y después encendido. De nuevo, hay que premiarlo. Si en algún momento el animal está ansioso y estresado hay que retroceder a los pasos anteriores e ir con más calma. Una ayuda extra para reducir el estrés de la mascota puede ser colocarle un collar de feromonas caninas del apaciguamiento, también disponible en formato spray y comprimidos. Otro truco es pasear al perro antes de subir al coche, ya que el ejercicio disminuye el estrés y aumenta las hormonas que le hacen sentirse bien.

La mejor manera de que se vaya acostumbrando a los traslados es empezar a realizar trayectos muy cortos que no le supongan estrés y poco a poco hacer los trayectos más largos hasta que vea en el coche una experiencia positiva. Durante el viaje, hay que mantener una actitud tranquila y serena, sentándose a su lado y acariciarle para transmitirle tranquilidad. Y al acabar el viaje, es recomendable volverlo a premiar con caricias, juegos o alguna golosina, para que sepa lo bien que se ha portado en el coche.

Puede que el principal motivo de que el perro le tenga miedo al coche es que se maree. Para evitarlo, sobre todo si el viaje es largo y aparte de seguir los consejos de los apartados anteriores, es necesario no darle de comer (pero sí puede beber) unas dos o tres horas aproximadamente antes de realizar el trayecto y parar como mínimo cada una o dos horas para que estire las patas, haga sus necesidades y se hidrate con agua. Asimismo, hay que tener en cuenta que el hecho de ir en transportín hace que el perro no se maree tanto. Debe estar enfocado hacia delante o bien sin que el perro vea nada. Si esto no funciona y el perro se continua mareando porque es propenso, lo ideal es que el veterinario le recete pastillas para el mareo.