Lo que sucede en el cuerpo al abusar de los embutidos
Así afecta a nuestro cuerpo abusar de los embutidos
Los embutidos y fiambres son derivados cárnicos, carnes procesadas, que en muchos casos tienen exceso de grasa, sal o incluso aditivos. En un reciente estudio de OCU sobre más de 200 embutidos, solo un producto obtenía una valoración A (la más saludable), y había dos más con una B, siempre de jamones cocidos y pechuga de pavo. El problema, en la mayor parte de los casos, es su elevado contenido en sal y grasas saturadas, por lo que deberían ser considerados como productos de consumo ocasional.
Por su menor contenido en grasa, es mejor elegir embutidos como el jamón cocido o la pechuga de pavo o pollo, aunque su contenido de sal es alto. No obstante, en el mercado se pueden encontrar opciones con menor contenido en sal. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el chorizo es uno de los productos con mayor contenido en grasa y que los embutidos curados tienen un elevado contenido en sal.
Esto es lo que sucede en el cuerpo humano al consumir embutidos en exceso:
- Se complica el proceso de digestión: Son productos difíciles de digerir y cuando se consumen de manera habitual tienden alojarse en los intestinos y dar lugar a una peligrosa acumulación de toxinas.
- La acumulación de toxinas puede provocar dolores de cabeza, cansancio extremo, apatía, mal humor, inflamación y problemas digestivos. También crece el riesgo de padecer enfermedades crónicas y degenerativas como las cardiovasculares, cáncer o hipertensión.
- Desequilibrios hormonales y neuronales: La presencia de jarabe de maíz de alta fructosa que se encuentra en muchas opciones de embutidos comerciales, altera los niveles de hormonas como insulina, leptina y grelina que tienen una estrecha relación con el hambre y la saciedad; también aumentan la producción de dopamina y esto hace que consumirlos genere placer, por lo que se puede crear una especie de dependencia o adicción.
- Propician el aumento de peso: Un alto consumo de embutidos se relaciona directamente con un aumento en la acumulación de grasa a nivel abdominal. A la vez su contenido en grasas saturadas y colesterol se relaciona directamente con el sobrepeso.
- Hipertensión y retención de líquidos: Una de las características más comunes en la composición nutricional de los embutidos es su alto contenido en sal, que se traduce directamente con un incremento en la presión arterial, un mayor riesgo de padecer enfermedades coronarias y edema, que se caracteriza por la hinchazón en el abdomen, pies, manos y codos.
- Desequilibrios minerales: Los embutidos contienen azúcares que se utilizan para ocultar su alto contenido en sal, sin embargo tienden a convertirse en ácido láctico lo que se relaciona con desequilibrios minerales. Esta condición se relaciona con afectaciones en el sistema nervioso y en el funcionamiento de órganos vitales como el hígado, el páncreas y los riñones.
- Afectan la fertilidad masculina: Un estudio realizado por la Universidad de Harvard comprobó que la cantidad de hormonas que contienen los embutidos afectan significativamente a la calidad de los espermatozoides. Es por ello que, ingeridos en grandes cantidades, reducen la fertilidad.
