TRIBUNALES
Un juzgado reconoce como accidente laboral la baja por salud mental de un trabajador de Bimbo tras un episodio de ansiedad
Un juzgado reconoce como accidente laboral la baja por salud mental de un trabajador tras un episodio de ansiedad
El Juzgado de lo Social Número 5 de Madrid ha reconocido como accidente laboral la baja por salud mental de un trabajador de la empresa Bimbo Donuts Iberia después de que sufriese un episodio de ansiedad en su puesto de trabajo, en el que manejaba maquinaria de forma habitual.
En una sentencia del pasado 13 de mayo, a la que ha tenido acceso Europa Press, la magistrada Ángela Mostajo sostiene que el trabajador no se vio sometido al "estrés normal del trabajo", sino a un "incremento del trabajo y del estrés motivado por un constante fallo de la maquinaria", lo que le obligó a "trabajar bajo presión constante".
En un inicio, el demandante se encargaba de realizar ajustes de medidas, temperaturas, cambios de formato, solución de incidencias; control de las cantidades fabricadas y de la cantidad saliente; suministro continuo de materiales a las máquinas durante el proceso de fabricación y de cumplimentar los diferentes registros de control según las pautas establecidas.
Fue a partir de septiembre de 2018 cuando la empresa instaló una maquinaria diferente y que, según recoge el fallo, "es atendida por un número de trabajadores inferior a los que lo hacían previamente". Así las cosas, el personal que antes atendía a una máquina pasó a revisar hasta tres distintas a partir de ese momento.
Se trata además de una herramienta que sufre a lo largo de un turno entre 30 o 40 microparadas, que provocan que se acumule la producción en la línea obligando al trabajador a reprocesar el producto, expone el fallo. Este cambio fue lo que llevó a que, en marzo de 2021, el damnificado se quejase a sus compañeros de que las condiciones de trabajo con la nueva maquinaria no eran las adecuadas, sufriendo en ese momento una crisis de ansiedad.
Tras comunicar su situación, la empresa le indicó que abandonase el puesto de trabajo pero que no acudiese a la mutua. Ese mismo mes el trabajador fue dado de baja con un diagnóstico: sufría ansiedad. Así, y a pesar de que ya había sido atendido por cefaleas de perfil migrañoso refiriendo entonces mucho estrés laboral y falta de sueño, la baja que le concedieron fue por contingencia común.
Fue en ese momento cuando el trabajador solicitó que su baja fuese declarada como derivada de un accidente de trabajo. A su petición se opusieron la mutua e, inicialmente, el Instituto Nacional de la Seguridad Social alegando que las lesiones sufridas están desconectadas del trabajo porque no se acreditaba conexión con el mismo.
En el fallo, la magistrada incide en que el ataque de ansiedad tuvo lugar en el trabajo. "Por lo que el proceso morboso goza de la presunción de laboralidad salvo que se acredite lo contrario y, lo cierto es que no se ha probado que no exista conexión sino todo lo contrario", asevera. Además, la jueza recuerda que la Inspección de Trabajo en su momento y en relación con el puesto de trabajo del trabajador ya objetivó que las evaluaciones de riesgo de la empresa no tenían en cuenta todas las tareas que se realizaban y que el riesgo psicosocial de estrés no estaba suficientemente valorado. En este contexto, el fallo apunta que en el juicio quedó probado que el demandante, desde que se había producido el cambio de la maquinaria, venía quejándose de su defectuoso funcionamiento. "Se describen constantes paradas de la máquina y, por consiguiente de la línea de producción", incide.
Según ha explicado a Europa Press la letrada del trabajador, Patricia Ruiz, no es nada fácil que se produzca un cambio de criterio en un tema de esta índole. En este caso, y aunque haya opción de recurso, al trabajador se le había reconocido en un inicio la baja por enfermedad común y no como laboral. Para la abogada ha sido determinante la labor de la Inspección de Trabajo, que constató en la propia empresa las infracciones que se cometían en materia de prevención de riesgos laborales.
En definitiva, y desde su punto de vista, el fallo es muy importante dada la baja frecuencia de decisiones en este sentido. "Cuando se trata de la salud mental del trabajador, es difícil demostrar que esos daños mentales son producidos por el desempeño del trabajo", ha apostillado.