Rosa Fabregat, Premi Nacional

La escritora de Cervera Rosa Fabregat recibió ayer en Barcelona uno de los cinco Premis Nacionals de Cultura 2022 por su “trayectoria literaria constante y prolongada, siempre atenta a la problemática contemporánea, sin renunciar a la confrontación entre la realidad y la interpretación lírica”. Fabregat, que a sus 89 años ha firmado un total de ocho novelas y 20 libros de poesía, recibió con emoción el galardón de manos de la poeta afincada en Lleida Laia Noguera y en presenci de su nieta, en un acto organizado por el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA) en el auditorio de la Fundació Miró en la ciudad condal. Sin poder contener las lágrimas, recordó sus inicios como lectora cuando era una niña a través de los versos de Jacint Verdaguer, y dijo que ve en este reconocimiento una motivación que le permitirá recuperar parte de la vitalidad y las ganas para “volver a gritar ‘Visca Catalunya lliure y feminista!’”.

Fabregat, que empezó a escribir a los catorce años, ha cultivado la poesía, pero también la novela y el ensayo, “desde lugares innovadores para su generación, como por ejemplo la ciencia ficción y el feminismo”. Combinando la vocación literaria con la científica, es doctora en Farmacia y se convirtió en la primera presidenta de la Societat Catalana de Ciència-Ficció i Fantasia. Los galardones otorgados por el CoNCA, los más importantes en el ámbito de la cultura catalana, también distinguieron al dramaturgo Jordi Casanovas, a la asociación de escritores PEN Català, a la bailarina y coreógrafa Núria Guiu y al proyecto cultural Càntut.

Cançons de tradició oral. Uno de los encargados de entregar este último reconocimiento fue el músico Artur Blasco, Premi Nacional de Cultura Popular de 2014 e impulsor de la Trobada d’Acordionistes del Pirineu. El acto estuvo presidido por el president Pere Aragonès, que en su discurso elogió la cultura como la “mejor forma de empoderar a la ciudadanía y ofrecerles herramientas para que sean libres e impulsar sociedades mejores, inconformistas y con ganas de avanzar”, además de ser elemento de transformación que permite que la ciudadanía se exprese y se proyecte al exterior e hizo una “reivindicación a la autoestima cultural del país, porque la cultura catalana en su diversidad y pluralidad de disciplinas está en el primer nivel”.

Por su parte, la presidenta del jurado, Vinyet Panyella, defendió que los premiados ejemplifican la riqueza del sector cultural catalán, que es “fuerte y diverso pese a los déficits endémicos de financiación”, y llamó a defender la lengua desde la vocación de universalidad de la cultura.