Olores desagradables después de pasar la Covid
Un estudio identifica moléculas que cambian la sensación que causa el aroma del café en personas con covid
Las personas enfermas de covid tienen parosmia, un trastorno que hace percibir como desagradables olores que antes eran placenteras o neutras. Y ahora investigadores británicos han identificado algunas de las moléculas presentes en el aroma del café que provocan este efecto. El estudio lo han hecho Jane Parker y Christine Kelly, de la Universidad de Reading, y Simon Gane, del hospital de University College de Londres. Los resultados se han publicado en la revista Communications Medicine.
No es ninguna novedad que la pérdida de olfato es uno de los síntomas que presentan muchas personas con covid. En la mayoría de los casos, la capacidad de oler vuelve a la normalidad en pocas semanas, pero aproximadamente en un 10% de los pacientes dura meses o se vuelve crónico. La parosmia se produce normalmente en los primeros momentos, una vez recuperado el olfato. Se trata de un problema muy poco estudiado, que con el SARS-CoV-2 ha tenido más incidencia y ha recibido más atención. El objetivo de los autores era averiguar los mecanismos que lo provocan.
El café y el chocolate son los productos que más alteran la percepción del aroma. Pero con la covid se han añadido carne, cebolla, ajo, huevo e incluso pasta de dientes. Los investigadores se centraron en el café. Los aromas contienen varias sustancias que excitan a determinados receptores de la nariz. Hay centenares de receptores y cuando la molécula encaja en uno concreto transmite la señal nerviosa en el cerebro, que identifica el olor o la sensación que le provoca.
Los autores aislaron varias moléculas que componen el aroma del café y comprobaron qué sensación producían en los voluntarios sanos y en los que tenían parosmia. Identificaron más de 30, de las cuales la mitad provocaban distorsión en las personas con parosmia. La que lo provocaba más a menudo, con mucha diferencia, era el 2-furanmetanetiol; el olfato humano la detecta a concentraciones muy bajas. También suele ser una de las primeras que identifican a las personas que recuperan el olfato que habían perdido. La segunda sustancia más citada por las personas con el trastorno era la 2-etil-3,6-dimetilpirazina.
La conclusión de los investigadores es que la parosmia después de la covid no es un efecto psicológico, sino que está provocado por sustancias concretas que el sistema nervioso identifica de manera diferente al habitual.