Familias afectadas por una "criptosecta" piden su ilegalización ante Justicia

Varios padres afectados por la "criptosecta" IM Academy, a la que se investiga por una supuesta estafa piramidal reclutando a jóvenes y menores, han presentado esta mañana una queja formal ante el Ministerio de Justicia para pedir una norma que ilegalice las manipulaciones coercitivas.

Con el rostro tapado con la imagen de Iván Briongos, al que han denominado como "máximo responsable de esta estafa", los padres asistentes han presentado más de 91.000 firmas recogidas a través de change.org y de la asociación de víctimas de sectas Redune, con las que han pedido al Ministerio que tome medidas.

Según ha explicado el presidente de Redune, Juancho Domínguez, se trata de más de 2.000 familias afectadas cuyos hijos en muchos casos han abandonado su casa y malviven en pisos masificados en condiciones insalubres. "Hay casos de chavales que se van a pisos de 24 personas porque les convencen de que sus padres están atrapados en un sistema que no les permite ganar más dinero, les hacen pensar que son más listos por invertir en criptomonedas y que serán millonarios", ha añadido.

Como ya indicaron en su día a Efe fuentes de la asociación, la forma de captar a los jóvenes se realiza de forma piramidal, a través de las redes sociales o en lugares de ocio como las discotecas, seleccionado perfiles de jóvenes con buena presencia y don de gentes. La supuesta academia de inversiones es objeto de una investigación policial por la que el pasado 23 de marzo ya fueron detenidas ocho personas como presuntas responsables de los delitos de estafa, publicidad engañosa y pertenencia a organización criminal.

Una de las madres que ha acudido al Ministerio con el rostro cubierto ha denominado a las criptomonedas como "la heroína del siglo XXI", y ha expresado su temor por la salud de su hijo, de 18 años, al que captaron cuando todavía era menor y que ahora no sabe donde vive.

Redune ha recordado que la academia tiene previsto realizar dos eventos en los próximos meses, uno en Barcelona en el mes de julio y otro en Dubai en otoño, que pueden llegar a congregar a más de 10.000 personas. A través de esta iniciativa, la asociación pretende llamar la atención de las instituciones públicas para evitar la celebración de estos eventos y parar este "adoctrinamiento".