OCIO GASTRONOMÍA
Juneda: La 'cassolada' más festiva
Casi 80 'colles' participan en la 44 edición del concurso de Cassoles de Tros de Juneda || Estrenan ubicación en el Salt Desfet de la Banqueta para garantizar un crecimiento más sostenible
Juneda recuperó de lleno su concurso anual de cassoles de tros que celebró ayer su 44 edición con la participación de 77 colles, casi todas formadas por vecinos del municipio, aunque hubo unas pocas procedentes de Lleida, Les Borges Blanques y Castelldans. Tras los dos años de pandemia que obligó al municipio a modificar el evento, la comisión organizadora estrenó ayer ubicación para el certamen en el Salt Desfet del Parc de la Banqueta. En años anteriores, el evento se celebraba al inicio del recorrido del canal d’Urgell y la mayoría de participantes valoraron positivamente el nuevo espacio. “De esta manera, garantizamos que el crecimiento del concurso sea más sostenible para los próximos años”, explicó ayer uno de los responsables de la organización, Jordi Montané.
El evento, que fue presenciado por centenares de personas, contó con la participación de los miembros de la charanga Mai Toquem Bé para amenizar las más de dos horas de cocción de las cassoles, así como actividades infantiles que incluyeron carreras de caracoles, así como un grupo de diez artistas que, bajo el nombre de Urban Sketchers, dibujaron sobre el lienzo su interpretación del evento. Más de 25 voluntarios trabajaron durante todo el día en la organización del concurso.De todos los grupos participantes, el jurado eligió a la colla Tot Arribarà como la ganadora del tradicional cucharón de oro.
“No hemos tenido ninguna duda”, explicaron fuentes del jurado al reconocer que la gran mayoría de participantes “presentaban algún ingrediente que no estaba bien cocinado”. Cabe recordar que las bases del concurso prohíben el uso del arroz y obligan a cocinar sobre cazuelas de tierra y con fuego de leña. En este sentido, la comisión organizadora repartió entre los participantes casi 200 kilos de troncos. “Esta fiesta tiene su secreto en haber conservado su esencia”, explicó Eduard Porta, miembro de la colla Colesterol, que reconoció entre sonrisas que “quienes más sufrimos somos los cocineros, que debemos afrontar el humo y el calor durante muchas horas”. Por su parte, otro participante, Jordi Armengol, explicó que el concurso de Juneda es “una excusa perfecta para encontrarnos y celebrar nuestra cultura”. Armengol asegura que asistió en la primera edición cuando era un niño con sus padres.
“Ahora mis tres hijos han tomado el relevo y ya tienen edad suficiente para participar con sus propias collas”, añadió. Tanto Porta como Armengol coinciden en que este año “las ganas han sido mayúsculas tras dos años de pandemia”.De las cinco colles juveniles, para cocineros de entre 12 y 17 años, la ganadora fue la Real. Los miembros de Mic Mic, participantes de esta categoría, manifestaron su ilusión en participar y dijeron que en su cassola introdujeron algunos “secretos”.
Sin embargo, reconocieron que se basan en los conocimientos de Ramona Bosch, la abuela de uno de sus miembros. “Les he resumido todo en un solo consejo: que tengan mucha paciencia”, comentó la propia Bosch.
Una fiesta que nació en 1979 y llegó a tener 173 ‘colles’ en 1985
El concurso de Cassoles de tros de Juneda nació en el año 1979 de la mano de los integrantes de la revista local Fonoll. Aquella vez acudieron 36 colles. Desde entonces, la fiesta fue creciendo, hasta alcanzar su punto más álgido en 1985 con la participación de 173 colles y la asistencia de más de 15.000 personas. Desde entonces, se ha convertido en “un día de atracción turística y en la oportunidad de reencontrarse entre todos los vecinos”, explican fuentes de la organización. La fiesta empezó el sábado con varios actos como una carrera y una caminata.