Cuáles son los síntomas y cómo hay que actuar ante un golpe de calor
Protección Civil ya ha activado la alerta por temperaturas extremas en el Segrià, la Noguera y el Pla d'Urgell. A partir del martes la situación de riesgo alto también se extenderá al Urgell, la Segarra y las Garrigues.
Por todo ello, Protección Civil ha lanzado una batería de recomendaciones para combatir las elevadas temperaturas. Piden no salir al exterior ni hacer esfuerzos físicos en las horas de más calor, llevar ropa fresca, no dejar a personas y animales encerrados en los vehículos y evitar que el calor entre en las casas, bajando persianas y facilitando las ventilaciones cruzadas.
La consecuencia más directa de las temperaturas altas, sin embargo, son los golpes de calor que pueden tener efectos graves, sobre todo, en las personas vulnerables, de edad avanzada, con enfermedades crónicas o que toman algún tipo de medicación. El golpe de calor se puede producir cuando se encuentra en una condición de calor extremo, como durante esta ola de calor pero también en los casos de altas temperaturas mientras se hace una actividad física intensa. En estos casos, los mecanismos que tiene el cuerpo para equilibrar las ganancias de calor y las pérdidas (evaporación del sudor, respiración, circulación de la sangre...) fallan, de forma que las ganancias superan las pérdidas y el calor se acumula en el organismo
Estos son los síntomas de un golpe de calor:
- Mareos
- Vómitos
- Fiebre intensa
- Irritaciones de piel, que coge tonos rojos
- Aumento de la frecuencia cardiaca y la respiración, con momentos de confusión y cansancio
- Agotamiento, con sudoración excesiva, respiración rápida y pulso acelerado y débil.
- Deshidratación: dolor de cabeza, sequedad de boca, dificultado de concentración, intolerancia al calor, ardores de estómago y taquicardia.
- Rampas, con dolores y espasmos musculares.
- Erupciones cutáneas, como consecuencia de la irritación de la piel por exceso de sudoración.
Qué hay que hacer en caso de un golpe de calor:
- Situarse en un espacio en la sombra y fresco. Los ventiladores también pueden ayudar a bajar más deprisa la temperatura. En cambio, no se recomienda utilizar aire acondicionado por el contraste repentino de temperatura que pueden ocasionar.
- Cubrirse las articulaciones, el frente y la cara con toallas empapadas en agua templada.
- Beber líquidos para volver a hidratarse, en pocas cantidades pero de manera constante. Son recomendables también las bebidas isotónicas que aportan sales minerales.
Por otra parte, se tiene que tener en cuenta que las personas mayores, los niños, los enfermos crónicos y las mujeres embarazadas son mucho más sensibles a sufrir golpes de calor porque es más complicado identificar los síntomas dado que su cuerpo puede no tener compensados los sistemas para eliminar el exceso de temperatura. Por eso, los golpes de calor pueden incluso generar convulsiones, alucinaciones y pérdida de conocimiento.