SEGRE

GUIA

Alàs celebra su primera bajada sin limitaciones

A pesar de ser las fallas más antiguas de Catalunya, este año celebrarán su segunda edición || El Patronat de Turisme de la diputación espera cifras de récord en el Pirineo

Alins. De madera de pino rojo sin corteza y con decoraciones lineales.

Alins. De madera de pino rojo sin corteza y con decoraciones lineales.VIOLETA FONT

Creado:

Actualizado:

En:

Por segundo año consecutivo, los vecinos del municipio de Alàs i Cerc protagonizarán su bajada de fallas, la próxima noche del 23 de junio, desde la ermita de la Verge Maria de les Peces hasta la plaza Major de Alàs. En la edición de este año se prevé la bajada de hasta un total de setenta fallaires, hombres y mujeres de todos los núcleos de población del municipio de Alàs i Cerc que están interesados en participar en el acontecimiento. A diferencia de la pasada edición, la de este año se caracterizará por el levantamiento de todas las medidas restrictivas derivadas de la crisis sanitaria de la Covid-19, y la accesibilidad en el pueblo de Alàs para el recibimiento de los fallaires será libre, siempre que se acceda a pie.

“La verdad es que tenemos las expectativas muy altas. Es la primera edición que se celebrará con normalidad y aunque no hemos hecho una previsión numérica de turistas, esperamos que esté lleno de gente de fuera del pueblo”, explico el historiador del Alt Urgell Carles Gascón.A partir de las 18.00 se cortará el acceso a los vehículos, que se podrán aparcar a lo largo del camino del río Segre, para evitar problemas de seguridad para fallaires y público asistente. Por el mismo motivo, quedará restringido durante toda la tarde del 23 el acceso a la Verge Maria de les Peces.

Además, desde la organización siguen pendientes de la situación excepcional provocada por la ola de calor y el elevado riesgo de incendios, el programa podría sufrir alguna alteración como ya ha pasado en otras localidades que ya han celebrado su bajada de falles.La bajada de fallas de Alàs es un acontecimiento cultural inspirado en el hallazgo documental de una mención del encendido de fallas en el Serrat de les Peces en 1543, que a día de hoy es el testigo explícito más antiguo que se conoce sobre la celebración fallaire en el Pirineo. La fiesta se perdió en Alàs en una fecha indeterminada pero la noticia inspiró su recuperación. La de este año será la segunda edición de época contemporánea y algunas poblaciones vecinas ya se han planteado celebrar esta fiesta en un futuro próximo en sus localidades

Fuente: ‘Les falles del Pirineu’ (Pagès Ed.)

Por su parte, el director del Patronat de Turisme de la diputación de Lleida, Juli Alegre, señaló que este 2022 se están superando todos los registros del 2021 y esperan que en junio se batan récords en todo el Pirineo.

“Se trata de la fiesta que marca el inicio del verano y que genera un gran interés en los turistas”, explicó Alegre. Un ejemplo de ello es l Isil, con una población de cerca de 80 habitantes durante el año, que espera cerca de 4.000 visitantes, según Mireia Mandicó y Xavi Ros, de la Associació Falles Isil. que saldrán el 23 de junio.

“Queríamos abrir la fiesta y que cada uno pudiera vivirla a su manera”

Violeta Font es una de las más de 10 fallaires mujeres que participan en la bajada de La Pobla de Segur. “Comencé a bajar fallas hace cuatro ediciones, sin contar los dos años de pandemia”, explica Font. Al principio participabamos en la fiesta como pubilles, pero nos llamaba más la otra parte de la fiesta”.

Fue un grupo de ocho mujeres las que propusieron a la Associació Cultural de Fallaires i Pubilles de La Pobla de Segur la posibilidad de que cada uno pudiera participar en la fiesta en el rol que quisiera. “Nuestra intención siempre fue abrir puertas y en ningún caso sabotear la fiesta. Creo que la gente de la asociación lo entendió así y votaron a favor”.

Para Font, natural de la Vall Fosca, ser fallaire es “una experiencia muy divertida y que siempre te deja con ganas de volver al año siguiente”. Este año, Font volvió a participar en la bajada aunque no pudo encender su falla hasta llegar a La Pobla de Segur.“Poder volver a celebrar las falles es algo muy emocionante. Estas semanas previas han sido muy emotivas por el reencuentro con toda la gente”.

Así explica Helena Huguet, de 27 años, lo que supone la bajada de las falles para ella. Para Huguet, la llegada de esta fiesta es el momento más esperado del año ya que “es una fiesta del pueblo organizada por y para nosotros”.Desde muy pequeña sus padres la vestían de pubilla aunque ninguno de ellos participaba de forma activa en la fiesta. “Los nervios comienzan desde el momento en el que me pruebo el vestido de pubilla meses antes de que llegue la fiesta.

Aunque para mí hay tres momentos destacados. En primer lugar el encuentro de las pubilles para esperar a nuestros fallaires mientras vemos las luces en Santa Magdalena. Después, cuando los fallaires llegan al pueblo, la tensión con la que los esperamos y los buscamos para darles el trozo de coca y el moscatel antes de empezar el desfile.

Por último, y para mí el momento más importante, el baile de la sardana en la plaza de la Pedrera”. apunta Huguet.Sobre las ganas de recuperar la fiesta tras los dos años de pandemia, Huguet señala que “es imposible que salga algo mal, tenemos tantas ganas que hemos trabajado hasta el último detalle. Yo me he pedido vacaciones en mi trabajo en Barcelona para poder estar colaborando desde primera hora de la mañana”.

Alins. De madera de pino rojo sin corteza y con decoraciones lineales.

Alins. De madera de pino rojo sin corteza y con decoraciones lineales.VIOLETA FONT

Alins. De madera de pino rojo sin corteza y con decoraciones lineales.

Alins. De madera de pino rojo sin corteza y con decoraciones lineales.VIOLETA FONT

tracking