FAUNA
En España hay un millón de jabalíes, que se pueden duplicar en 2025
Han provocado 4.000 accidentes de tráfico en Catalunya
En España hay más de un millón de jabalíes y, aunque se cazan unos 400.000 ejemplares al año, en 2025 su población podría duplicarse, según advierte un reportaje que publica la revista 'National Geographic España'.
El reportaje explica por qué algunas especies animales se han adaptado con astucia a la vida urbana ante la reducción de sus hábitats, como es el caso de coyotes, osos, mapaches y jabalíes en ciudades de todo el mundo.
Es el caso de los jabalíes en el estado español, cuya presencia ha aumentado durante la pandemia, la bióloga experta en gestión de fauna Carme Rosell explica a National Geographic que estos animales "han accedido a una despensa gigantesca: nuestros campos de cultivo y los residuos orgánicos de las ciudades".
Además, no tienen depredadores, la superficie de su hábitat natural, el bosque, es cada vez mayor, los inviernos son menos fríos y el factor esencial es que han perdido el miedo al ser humano.
"Nos relacionan con la comida, en gran parte porque muchas personas les proporcionan alimento, un hábito bienintencionado que obvia la realidad: los jabalíes son animales silvestres. Esa es su naturaleza y no la debemos pervertir", según Rosell.
Según datos del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos, la población de jabalíes en el estado se ha duplicado en dos décadas, actualmente hay más de un millón de ejemplares y, aunque se cazan unos 400.000 ejemplares al año, en 2025 su población podría duplicarse. El exceso de jabalíes está provocando destrozos en los cultivos, accidentes de tráfico (solo en Catalunya, casi 4.000 al año) y transmisión de enfermedades.
Según recoge el reportaje de National Geographic España, en algunas ciudades del norte de Roma, los vecinos han decidido encerrarse en casa a partir de las 20.30 horas para evitar los ataques sufridos por varios ciudadanos cuando iban a tirar la basura o mientras transportaban bolsas de comida.
En 2020, una revisión de 83 estudios sobre la fauna urbana de seis continentes reveló que un 93 % de los mamíferos urbanizados presentaban conductas diferentes a las de sus congéneres de áreas rurales.
La mayoría de ellos "especies tan diversas como el conejo europeo, el jabalí, el macaco Rhesus o la garduña" adoptaron un estilo de vida nocturno para evitar a los seres humanos, y también ampliaron su dieta natural al introducir alimentos de los humanos y redujeron en enorme medida sus territorios.
En Estados Unidos, este tipo de fenómenos también se han producido, especialmente con los coyotes, que están presentes en la mayoría de las grandes ciudades, aunque la metrópoli más asociada al coyote urbano es Chicago, donde viven hasta 4.000 ejemplares. Muchos de ellos han aprendido a evitar los coches e incluso entienden los semáforos, según los investigadores.
También los mapaches han aumentado considerablemente en San Francisco, donde se han hecho dependientes de la comida que les proporcionan los humanos y son más propensos a propagar enfermedades y sufrir atropellos.