¿Qué comemos realmente cuando comemos moluscos?
Nos tragamos hasta 8.100 microplásticos al año comiendo ostras, mejillones o navajas. Son los datos que se desprenden de un trabajo del grupo de investigación de la Universitat Rovira y Virgili, TecnAtox, que ha analizado la concentración de microplásticos en estos productos de diferentes cofradías catalanas. Las ostras y los mejillones son los que más microplásticos concentran, entre 23 y 19 microplásticos por individuo, sobre todo fibras de ropa sintética. Según el estudio, sin embargo, podemos ingerir hasta 20.000 microplásticos al año sólo con el consumo de moluscos.
El estudio se ha basado en 2.300 muestras de moluscos recogidos desde el golfo de Roses hasta el delta del Ebro y ha descubierto que la contaminación varía mucho según la zona. "Se ha detectado que aquellos puntos próximos a aguas de depuradora contienen más microplásticos", ha explicado Joaquim Rovira, investigador del grupo de investigación TecnAtox (Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica), de la URV-IISPV.
Según un trabajo publicado en la revista Marine Pollution Bulletin para|por los expertos Miquel Canals, William P. de Haan, y Anna Sànchez-Vidal, del Grupo de Recerca Consolidat (GRC) en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona. Los valores más extremos se han encontrado delante de las costas de la Tordera (500.000 mp/km2) y el Besòs (hasta 110.000 mp/km2), que son áreas con una presión antrópica considerable a causa de la densidad de población elevada, el turismo, el uso de las playas y las actividades marítimas diversas. Entre los microplásticos analizados, abundan sobre todo los compuestos de polietileno y la mayoría son traslúcidos o bien transparentes (65 %). El trabajo identifica lugares en el litoral peninsular con concentraciones máximas de hasta 500.000 microplásticos por kilómetro cuadrado (mp/km2), un valor muy superior al valor promedio, que es de 100.000 mp/km2.
Los fragmentos de plásticos encontrados hacen entre 0,02 y 5 milímetros. La medida|tamaño les permite acceder fácilmente a los organismos de los moluscos, que tienen estrategias de alimentación de filtración activas, sobre todo los que viven en las rocas o semienterrados en los sedimentos.
Las ostras y los mejillones tienen la concentración más elevada por muestra, con niveles de 23 y 19 microplásticos por término medio por individuo, respectivamente. Las otras especies analizadas han presentado unos niveles de 10 (navajas), 10 (berberechos), 5 (caracoles|tornillos marinos) y 0,5 (coquinas) microplásticos por término medio por muestra.