Un cirujano del Arnau de Vilanova colabora en una misión humanitaria en África
Pablo Muriel, especialista del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo ha operado a 118 personas en 6 días en Benín junto con 7 professonals más
Ocho profesionales sanitarios del Estado español, entre los cuales se encuentra Pablo Muriel, facultativo especialista del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Arnau de Vilanova, han operado a 118 pacientes en seis días en una misión humanitaria que se ha llevado a cabo en Dangbo, una ciudad de Benín situada cerca de Oporto Novo, la capital de este país de la África Occidental.
La expedición, programada a través de la Fundación Cirujanos en Acción, ha contado con jornadas de trabajo de 14 y 15 horas entre los días 22 y 28 de mayo, a un ritmo de 20 intervenciones quirúrgicas diarias. Entre las patologías operadas destacan las glándulas tiroideas, hernias y tumores, entre otros.
“Supongo que en la vocación de nuestra profesión va implícita la voluntad de ayudar a los otros”, explica Pablo Muriel, que ya empezó a colaborar con varias ONG durante su etapa de estudiante. Hace cuatro años se unió a la Fundación Cirujanos en Acción en una campaña en Mozambique. La pandemia lo obligó a detener las misiones humanitarias, que ha reanudado este 2022 con un viaje a Liberia y con este último a Benín, los dos liderados por César Ramírez, cirujano del Hospital Quironsalud de Málaga.
El objetivo de las campañas es poder ayudar comunidades muy desfavorecidas y con poca o ninguna posibilidad de acceso a recursos sanitarios. Normalmente, es la misma comunidad la que pide ayuda a través de las ONG y, a partir de aquí, empieza un trabajo de coordinación para preparar la campaña entre diferentes profesionales sanitarios especialistas en cirugía, enfermería y anestesia de todo el Estado. “Durante meses se intentan conseguir los recursos y el material necesarios para poder llevar a cabo la campaña con la máxima eficiencia posible, para poder operar hernias, tiroides, tumores y urgencias,” explica Muriel. “A pesar de ir preparados, África siempre te sorprende; allí no tenemos el apoyo de las pruebas de imagen ni se puede hacer una planificación preoperatoria como la que conocemos aquí”.
Cada campaña tiene una duración de una semana, con jornadas quirúrgicas de 12 horas donde se operan entre 20 y 25 pacientes diarios. “Este año hemos operado a más de 300 pacientes entre las dos campañas y algunos siempre te quedan grabados a la memoria, como un paciente que perdió el autobús y corrió 42 km y la reconstrucción de la mano quemada de una niña y los dedos fusionados que pudimos separar para darle funcionalidad; un tumor gigante renal en una chica joven o ayudar, con una simple hernioplàstia, a hacer que aquella persona pueda volver a trabajar en el campo y aportar recursos a su familia”.
Según Muriel, esta es “una experiencia enorme tanto personal como profesional, ya que adquieres recursos técnicos para hacer mucho con poco”. Y añade que “soy afortunado para poder aportar mi granito de arena desde mi profesión y llevarme la gratitud de la gente en forma de abrazos, sonrisas y miradas que se te graban y que hacen que te marches con ganas de volver”.