Seniors con licencia para conducir

Uno de cada cinco conductores censados en la provincia de Lleida tiene más de 65 años mientras que en la actualidad disponen del carnet más de 20.600 leridanos que superan los 74 años, según los datos publicados por la Dirección General de Tráfico. Además, cerca de la mitad de los leridanos de esta edad cuentan con el carnet de conducir. La cifra de conductores senior no ha parado de crecer en los últimos años en las comarcas leridanas ante el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida.

De hecho, la estadística señala que en los últimos cinco años han aumentado en 5.000 los conductores mayores de 74 años en la provincia. La DGT hace tiempo que tiene sobre la mesa una reforma para endurecer las pruebas para renovar el carnet para los mayores de 65 años, sobre todo a los que superan los 70. De momento, estos conductores experimentados tienen que renovar su permiso de conducir cada cinco años (cada 3 si son profesionales), cuando el resto lo hace a los 10 años, y la intención es adaptar estas pruebas médicas a la edad, para ser más rigurosos con las capacidades a la hora de ponerse al volante.

Cuando se aprobó la última reforma de la ley de tráfico, el pasado marzo, la DGT ya planteó la posibilidad de acortar a dos años la renovación para mayores de 70 años, pero la medida aún no tiene una fecha prevista. Conductores seniors consultados por este diario señalaron que son conscientes de que deben renunciar a largas distancias por la pérdida de reflejos y ven con buenos ojos pasar por más revisiones para poder renovar el permiso. En lo que va de año, de las diez personas fallecidas en accidentes de tráfico en la provincia de Lleida, dos eran mayores de 65 años. El año pasado, fueron siete de un total de 37 víctimas, lo que supone el 19% del total.

«Conduciré hasta cuando pueda»

Carme Solé. Lleida/78 años

Carme Solé es una vecina de Lleida de 78 años que lleva al volante toda su vida adulta. “A los 18, mi familia me apoyó para que me sacara el carnet y no lo dudé”, explica a este diario. “Iba a todas partes con la bici, pero era consciente de que tener el carnet de conducir era necesario. En mi época no eran muchas las mujeres que nos lo sacábamos, no es como ahora, pero tuve mucho apoyo de mi familia”, remarca. Solé explica que desde entonces ha tenido varios coches y que lo utiliza cada día para desplazarse por la ciudad. “También he hecho viajes por Huesca y el resto de Catalunya, pero normalmente lo cojo para el día a día y hacer recados. Para ir a Barcelona, ya no lo utilizo porque con el AVE se va mejor”, comenta. Tras más de media vida al volante, asegura que nunca ha tenido ningún problema con el coche y que, ahora que supera los 70 años, tiene claro que las revisiones son fundamentales. “Yo conduciré mientras pueda y cuando vea que no soy capaz, lo dejaré porque la seguridad es lo primero, la mía y la del resto de ciudadanos”, asegura. De hecho, señala que cada conductor debe ser consciente de sus limitaciones y que “uno mismo ya puede ver si puede o no seguir conduciendo”. “Las leyes deben cumplirse y hay que ser muy prudente en la carretera”, remarca.