Más madres mayores de 40 años

Las comarcas leridanas finalizaron el primer semestre del año con un repunte en el número de nacimientos tras la caída registrada el año pasado. Según los datos publicados ayer por el INE, en estos seis meses se ha registrado un repunte de los partos de madres de 40 años en adelante, hasta un total de 162, lo que representa un incremento del 46% respecto al primer semestre de 2021. En total, entre enero y junio de este año se han registrado un total de 1.576 nacimientos en la provincia de Lleida, lo que supone un aumento del 6,12% respecto al mismo periodo de 2021.

Precisamente, enero y junio han sido los meses con mayor número de nacimientos, 288 y 279, respectivamente. Pese al repunte de recién nacidos, las cifras de natalidad están muy lejos de las antes de la pandemia y siguen en mínimos históricos. Entretanto, hasta la semana 30 de este año, es decir, hasta el 25 de julio, fallecieron en las comarcas leridanas un total de 2.564 personas, lo que supone un pequeño descenso si se compara con el mismo periodo del año pasado, en el que hubo 2.586 defunciones.

Por tanto, el saldo vegetativo continúa en negativo en la provincia, al morir 988 personas más de las que nacieron. Según el INE, esta cifra está lejos de la registrada en 2020, primer año de la pandemia, ya que hasta la semana 30 habían fallecido en la provincia 2.762 personas.

«Tenía claro que quería ser madre»

Sofía Bessone. Lleida (36 años)

Sofía Bessone y Eduard Ruiz, junto a su hija recién nacida Adriana / Sílvia Rol

Sofía Bessone, de 36 años, y su pareja, Eduard Ruiz, de 34, fueron padres el pasado 29 de junio de su primera hija, Adriana. “Durante la pandemia comencé a cuidar mi alimentación por un problema digestivo y fue entonces cuando hablamos con mi pareja ser padres. Al final hay que tomar una decisión porque siempre pasan cosas y parece que nunca es el momento adecuado. La sorpresa llegó cuando acudí al ginecólogo para empezar a planificarlo y resulta que ya estaba embarazada”, explica Bessone a SEGRE. “El embarazó lo noté sobre todo por las noches, no dormía nada. Luego tuve la mala suerte de contagiarme de Covid y fue necesario inyectarme heparina para prevenir complicaciones. Desde entonces y hasta el parto estuve de baja, por lo que no puedo decir que haya sido excesivamente duro. Ahora, con Adriana en casa podemos decir que estamos muy satisfechos con la decisión que tomamos”.