El Aquelarre escenifica el nacimiento de un nuevo mundo
El Ragnarök, la batalla del fin del mundo a la mitología nórdica, ha sido la inspiración del espectáculo central del 44.º Aquelarre de Cervera. La fiesta del fuego, la música y las brujas ha escenificado así su vuelta a la "normalidad", después de la anulación de la edición de 2020 y de la versión en formato reducido del año pasado. La jornada multitudinaria de este sábado ha arrancado con el Encendido de la Universidad y se ha alargado hasta pasadas las 5 de la madrugada, con la corrida del Macho Cabrón. La organización prevé en esta edición devolver a las cifras prepandemia con la asistencia de unas 30.000 personas. Asimismo, hasta el domingo se quemarán unos 360 kilos de pólvora, menos que en otras ediciones a causa del aumento de los precios.
La concejala de Aquelarre de la Paeria de Cervera, Mireia Brandon, ha afirmado que esta 44.ª edición es "la del retorno a la normalidad", desde el estallido de la pandemia. Ha añadido que la ciudad ha encarado el Aquelarre de este año "con mucha ilusión" y que, incluso, "ha venido más gente de la que es habitual".
El espectáculo central de la 44.ª edición del Aquelarre ha escenificado el Ragnarök, la batalla entre las fuerzas del caos y de la orden a la mitología nórdica que acaba con el mundo y mata a la mayoría de los dioses, dando lugar al nacimiento de un nuevo mundo. El director artístico del espectáculo, Albert Parra, de la compañía cerverina Alea Teatre, ha explicado que la temática escogida tiene un "paralelismo" con el contexto de pandemia que el mundo ha vivido en los últimos años. "Todo puede ir mal pero después hay uno nuevo resurgir y se tiene que salir adelante", ha explicado.
El Ragnarök se ha escenificado en Cal Racó a través de un espectáculo multidisciplinar con música en directo, fuego y espectáculos aéreos, en el cual las diferentes entidades cerverines que participan en la fiesta han ilustrado los nueve mundos de la mitología nórdica. La batalla entre los diversos mundos ha provocado finalmente la esperada aparición del Macho Cabrón, el gran protagonista de la noche. El espectáculo involucra a unas 400 personas.
El encendido de la Universidad ha dado paso a los tres actos que forman el espectáculo central: el pasacalle hasta Cal Racó y el Baile de la Polla; la Invocación y aparición del Macho Cabrón y Baile de Diablos; y, la Corrida del Macho Cabrón y Foqueral, el momento más esperado de la noche. Todos los actos han ido acompañados del fuego del Baile de Diablos de Cervera Carranquers.
La fiesta se ha completado con el apartado musical, que este año ha contado con las actuaciones en varios escenarios de PD KAT, La Troupe, Tito Pontet, Cat Folkin, The Pink Goats, Dúo Versión Original, PD Prawer, Dj Joe Lee y Dj Ivanet. Además, en el escenario del Cementerio se ha ubicado el espacio Kymera Reggae, con actuaciones musicales y otras actividades.
A pesar del presupuesto del Aquelarre es de unos 182.000 euros, similar al del 2019, este año se quemará menos material pirotécnico a causa del aumento de precios. En total, durante los tres días se quemarán unos 360 kilos de pólvora.
Fin de semana de actividades
Como es tradición, la fiesta del fuego, la música y las brujas se celebra el último fin de semana de agosto. La 44.ª edición arrancó el viernes con la plantación y pasacalle de fuego del Bestiario, mientras que este sábado se han celebrado los actos principales de la fiesta con el Aquelarret por la tarde y el espectáculo central por la noche. La fiesta cierra el domingo con dos conferencias, el espectáculo 'Babies' a cargo de Fadunito y una sesión de meditación colectiva.