¿Coches viejos, clásicos o históricos? Estas son las diferencias
No todos los coches viejos son clásicos o históricos: existen unos determinados requisitos
La edad del parque automovilístico en España va creciendo poco a poco hasta superar los 12 años de media. Dadas las circunstancias actuales (inflación, escasez de componentes, elevado tiempo de espera), muchos conductores que en otro momento quizás habrían cambiado de coche conservan ahora su vehículo el mayor tiempo posible.
Cuando se habla de un coche viejo se está haciendo referencia, generalmente, a un vehículo que tiene más de diez años y que todavía sigue circulando, aunque las visitas al taller sean más frecuentes y suban las cuotas del seguro por el riesgo de accidentes. La principal diferencia entre un vehículo viejo y un clásico, además de la antigüedad (se considera clásico a partir de 25 años) es que el clásico se ha conservado como el primer día que salió de la fábrica. En algunos municipios, un clásico está exento de pagar el impuesto de circulación y si se demuestra que no se trata de un automóvil de uso habitual, se puede ahorrar una importante suma de dinero en su mantenimiento.
Por otro lado, los coches históricos son los que tienen más de 30 años y cumplen los requisitos del Reglamento de Vehículos Históricos:
- Que pase una inspección previa en un laboratorio oficial acreditado por el órgano que corresponda de la Comunidad Autónoma.
- Que exista una resolución favorable de catalogación del vehículo como histórico dictado por el órgano competente de la Comunidad Autónoma.
- Que supere una inspección técnica previa a su matriculación como histórico.
- Que el vehículo haya cumplido un mínimo de 30 años.
- Que el modelo se haya dejado de producir.
- Que el modelo esté en su estado original, es decir, sin ningún cambio específico en sus características técnicas.
- Que el coche haya sido incluido en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o haya sido declarado como bien de interés cultural.
- Que el vehículo sea de colección, es decir, que cuente con unas características especiales, como que sea singular, escaso o cumpla otra circunstancia exclusiva.
Con la nueva matrícula de coche histórico se puede acceder a una serie de beneficios, como un mayor valor de venta, la ampliación de los plazos a la hora de pasar la ITV, la reducción o exención del impuesto de circulación (dependiendo de cada ayuntamiento) o seguros más baratos (en función de la aseguradora y cumpliendo ciertos requisitos como un kilometraje anual máximo).