ESNOTICIA
Carlos López-Otín: «Hoy es más probable curarse de un cáncer que sucumbir a él»
El catedrático de bioquímica y biología molecular en la Universidad de Oviedo ofreció ayer una conferencia en el CaixaForum Lleida para romper el estigma asociado a esta enfermedad y divulgar la labor de la AECC
¿Ha avanzando la investigación sobre el cáncer? Claro que sí, si no cómo explicar que actualmente sea más fácil curarse de un cáncer que sucumbir a él. A algunos les parece increíble, pero hoy más de la mitad de los pacientes con tumores malignos se curan. Hace 30 años, este porcentaje no llegaba ni al 25%. Esto implica un progreso abrumador, no ya de curación total, si no de tener más conocimientos. Los investigadores somos pocos, como una especie en peligro de extinción. A veces es poco reconocida, pero ahora la investigación se escribe en plural, porque los avances son de muchos. Debemos tener presente que cada año se diagnostican en España 300.000 nuevos casos de cáncer. Toda la medicina, desde los diferentes ámbitos, y sus profesionales deben funcionar como una unidad porque el problema es complejo.
¿Son los tratamientos personalizados la clave en la lucha contra la enfermedad? Tenemos más dianas que fármacos. Cada vez sabemos más de las mutaciones que genera un tumor en cada paciente, con una precisión a veces extrema, pero sin embargo no hay fámacos para todos ellos. Hay que trabajar en la dirección de que estos sean personalizados para cada paciente. Tampoco debemos olvidar el gran avance en la inmunoterapia, que ha permitido curar a muchos pacientes.
¿Se investigan más unos tumores que otros? Por obligación moral y médica se investigan aquellos para los que las respuestas son muy pobres. Hay tumores como los de mama, con una supervivencia del 80%, mientras que en otros tienen un porcentaje de curación muy bajo. Esto pasa por muchas razones, puede ser por un diagnóstico tardío, porque el tumor no da señales de alarma o porque estos tumores se vuelven resistentes a los tratamientos. De algunos apenas sabemos y el esfuerzo debe ser mayor. En mi mente quedan aquellos que no han podido curarse pero muchos, que no se olvide, se curan.
¿Llega realmente la investigación a los pacientes? Claro que sí, pero hay que ser prudente. Puede ser un proceso muy lento, entiendo que insoportable para los pacientes y sus familias. Pero no debemos acelerar, porque podríamos hacer daño, y el objetivo es proporcionar una ventaja al paciente. La sociedad demanda urgencia, pero a veces nos urge esperar.
¿Se hace suficiente? Nunca es suficiente cuando no se resuelven todos los problemas. Pero el cáncer no se podrá erradicar nunca porque forma parte de nuestra esencia biológica. Siempre habrá tumores hasta que no seamos robots. Una sociedad bien informada marca mejor las prioridades. Ojalá la sociedad estuviera más formada sobre su propia salud. Porque nada cura más tumores que la prevención. Y para curar más, debemos anticiparnos.
¿Qué podemos hacer para prevenir el cáncer? La AECC repite sin pausa una serie de pautas muy sencillas, que todos sabemos, pero a veces nos cuesta cumplir. En mi libro Egoístas, inmortales y viajeras, creo un personaje, una investigadora, que hace una declaración universal de cómo curar la mitad de los tumores. La nutrición es clave, que sea adecuada y natural. Hacer deporte, con 30 minutos al día de caminar, por ejemplo, es suficiente y no es para tanto. No intoxicarnos voluntariamente, como el exceso de sol o el consumo de tabaco, pero también hay intoxicaciones sociales. La toxicidad que genera un entorno social agresivo es perjudicial. Un acoso, por ejemplo, no generará un cáncer pero sí un microentorno permisivo para que las células transformadoras progresen.
El estrés. Más que el estrés, la respuesta que pueda tener el organismo es lo que nos puede hacer daño.
¿Sigue dando miedo pronunciar la palabra cáncer? Se sigue hablando en voz baja. Hablamos de una larga enfermedad. Se puede curar, entender, y hay que afrontarlo sin un lenguaje bélico, sin asociarlo a la palabra muerte. Porque, repito, hoy es más probable sobrevivir al cáncer.