Zara pide a sus clientes que dejen la ropa doblada o colgada en su sitio después de probársela
Zara busca cambiar los hábitos de sus compradores y desde mediados de agosto les pide que devuelvan las prendas que se prueban en la percha o doblada en el estante, tal y como la han cogido y no dejar el probador lleno de colgadores. Los empleados se encargan de reforzar continuamente este mensaje, avisando a los clientes al salir de los probadores que tenían que devolver la prenda de la misma manera que la habían encontrado.
De momento la firma gallega ha puesto a prueba esta nueva manera de funcionar en sus flagship stores, es decir, la tiendas más representativa de una marca. Se trata de un modelo comercial que se diferencia de las tiendas ordinarias por ser espacios muy grandes y diáfanos, con un stock -en gran almacén- de todos los productos disponibles en catálogo para responder a la alta demanda de las compras por internet. Por tanto, hay menos ropa a la vista. Son puntos de venta situados normalmente en calles emblemáticas y edificios de arquitetctura singular, con una decoración interior muy cuidada y al detalle, al ser la 'tienda escaparate' de la marca en cuestión.
Zara, como primera marca del grupo Inditex, ya cuenta con varias flagship en el mundo como las de Shangai, Nueva York o Dubai, y en España, las hay en Madrid, Barcelona, Valencia Bilbao y en A Coruña, el epicentro del imperio.