Sexta congregación que deja Lleida

Nueva marcha de una congregación religiosa en las comarcas leridanas en los últimos meses. La última ha sido la de la comunidad Terra Ferma de la Companyia de les Filles de la Caritat, que deja Lleida después de 230 de servicio. Las religiosas viven actualmente en un piso del barrio de Pardinyes de Lleida, que cerrará el próximo 30 de septiembre dado que las tres hermanas que conviven han sido destinadas a Barcelona, en un proceso progresivo de reagrupación por la falta de nuevas vocaciones y de la edad avanzada de las religiosas.

Las Filles del a Caritat, que habían tenido presencia en Lleida desde 1792, habían llegado a tener cinco o seis casas y habían llevado a cabo tareas de voluntariado en el Hospital de Santa Maria, en la Maternitat o en la Llar de Sant Josep, entre otros. Es la sexta comunidad religiosa que ha dejado Lleida desde junio. Según informó ayer el obispado de Lleida, la madre Remedios, superiora de la comunidad, expresa la “gran tristeza que representa tener que irse de Lleida” y confió en “que haya nuevas vocaciones en el futuro que permitan retomar la actividad”.

Las tres religiosas que quedaban en la casa de Pardinyes tienen 92, 83 y 76 años. La comunidad sufrió un duro golpe hace tres años, cuando murieron tres de las monjas que vivían juntas y estaban vinculadas a la parroquia de Sant Salvador de Pardinyes. Ahora, la superiora de la comunidad leridana, que llevaba cuatro años en la ciudad, irá destinada a un piso del barrio de la Barceloneta de la capital catalana para hacer tareas de prevención de la marginación social.

Otra de las religiosas irá a una residencia de la tercera edad para hacer de voluntaria y la última, a una casa con otras monjas de edad avanzada. Como se ha hecho en los otros casos en los que comunidades religiosas han tenido que dejar sus tareas en las comarcas leridanas para reagruparse en otros destinos, el obispado ha organizado un acto de despedida y homenaje tras su larga labor asistencial. El de las Filles de la Caritat tendrá lugar hoy, coincidiendo con la festividad de Sant Vicenç de Paül, con una misa en la parroquia de Sant Salvador oficiada por el obispo de Lleida, Salvador Giménez.

Mollerussa, Almacelles y La Pobla también pierden religiosos

En los últimos meses han abandonado las comarcas leridanas un total de seis comunidades religiosas. El pasado junio, las cinco hermanas que quedaban de la comunidad de Carmelitas Misioneras abandonaron la ciudad de Lleida después de 74 años de servicio por falta de relevo. La misma crisis de vocaciones que llevó a los cinco hermanos de la comunidad de La Salle ha dejar Mollerussa tras 117 años de servicio para ser destinados a otros centros de Catalunya.

Asimismo, las dos religiosas que quedaban de la comunidad Missioneres Filles del Cor de Maria, que hacían tareas asistenciales en la residencia Nostra Senyora de Ribera, dejaron el Jussà tras 104 años. Otra comunidad centenaria, la de los frailes franciscanos (Frarets) dio su última misa a finales de agosto tras 805 años de presencia en Lleida. También anunciaron su marcha el pasado septiembre los tres hermano s de la comunidad de Sant Joan de Déu en Almacelles tras 57 años.