“Tras 15 días en coma logré salvar la vida”

Josep Zurita ha practicado ciclismo toda su vida, especialmente desde la creación de la Penya Ciclista Cervera en la década de los años 80 de la pasada centuria, y hasta hace poco más de seis años, cuando fue arrollado por un coche quedando gravemente herido. Desde entonces no se ha subido a la bicicleta. “No es un adiós, por suerte tengo toda la vida por delante para volver a practicar. De momento salgo a caminar cada día”. El atropello tuvo lugar en mayo de 2016 en la carretera de Agramunt a Artesa de Segre cuando un turismo que conducía un hombre de 84 años lo arrolló por detrás mientras circulaba por el arcén de la carretera. De hecho, el vehículo no se detuvo tras el accidente hasta dos kilometros después de haber reventado una rueda delantera y el cristal frontal. En el lugar donde paró el vehículo otros ciclistas que esperaban al grupo en el que iba Josep Zurita pudieron identificarle. A resultas del accidente Zurita se fracturó la pelvis y tres vértebras. De hecho, Josep Zurita comenta que hoy apenas tiene recuerdo ni del impacto ni de la hora anterior a este. Estuvo 15 días en coma y un año y medio entre el hospital Arnau de Vilanova, “allí me salvaron la vida”, y el centro de rehabilitación Guttmann de Barcelona, “donde volví a aprender a caminar”, entre otros centros. De hecho, seis años después todavía tiene el juicio pendiente de sentencia. Cada vez hay un mayor número de personas que practican el ciclismo. Este año la Penya Ciclista Cervera ha conseguido 201 socios, su máximo en sus más de 40 años de trayectoria. Sin embargo, este aumento de la práctica del ciclismo, que es a nivel generalizado, ve su reverso, según Josep Zurita, en las pocas políticas de conscienciación y de seguridad: “estamos en la cola de Europa”. “Son muchos los conductores que te adelantan a un palmo de distancia de la bici, y falta también una mayor pacificación de las carreteras”. Así, considera necesario, “que se señalicen más espacios reservados o con preferencia para los ciclistas”, comenta. Como curiosidad, manifiesta que el llano de Lleida es una zona ideal para la práctica del ciclismo. “Hay mucha gente de Barcelona que viene hasta la Panadella en coche cargados con la bicicleta, y a partir de allí deciden rutas por la zona de Rubió, Santa Coloma de Queralt, Sant Guim de Freixenet, Sant Ramon, Torà. Incluso la antigua N-2 te permite circular con seguridad hasta Mollerussa. También hay buenas carreteras para practicar ciclismo en las valles de los rios Sió, Cercavins, Llobregós y Corb”. De hecho, considera que el llano de Lleida es una zona privilegiada “en todas las carreteras ves ciclistas”. Con todo, admite que cada vez gana más adeptos la bicicleta de montaña (BTT). “Muchos padres ven con buenos ojos quesus hijos vayan por los caminos y no tanto por las carreteras. Lo cierto es que todo entraña un peligro similar”, comenta. Josep Zurita explica que lo que le ha quedado más claro tras el accidente es “la importancia de ser positivo ante las dificultades, pensar que todo va a salir bien. De hecho, ni los mismos médicos dan crédito a mi recuperación”. En cuanto a las recomendaciones, manifiesta que es básico llevar ropa y luces que “te hagan muy visible a los vehículos motorizados” y circular por las carreteras que sean menos transitadas. Josep Zurita está convencido de que, a pesar de las graves lesiones que todavía marcan su vida cotidiana, algún día podrá volver a conducir otra vez una bicicleta. De hecho, lo lleva en la sangre. Fue fundador de su club y más de una década, presidente.