Motoristas, peatones y ciclistas suponen casi un tercio de las víctimas mortales en las carreteras de Lleida

Se llevan la peor parte en los accidentes. Son ciclistas, motoristas y peatones. De las 325 víctimas mortales que se han registrado desde 2012 en las carreteras de las comarcas de Lleida, 91 son de estos colectivos vulnerables, cerca de un tercio del total. Trànsit, Mossos y policías locales hacen periódicamente campañas para reducir esta siniestralidad

Casi un tercio de los fallecidos de accidente de tráfico en las carreteras de Lleida son motoristas, ciclistas o peatones. Considerados colectivos vulnerables, este año, por ejemplo, se han registrado 13 víctimas en la red viaria interurbana leridana –sin contabilizar otras dos víctimas que hubo en siniestros en caminos– y cuatro de ellas eran de este colectivo (tres motoristas y un ciclista), según los datos del Servei Català de Trànsit. El porcentaje de mortalidad entre estos usuarios ha pasado en la última década de representar una cuarta parte del total a ser una tercera parte.

Concretamente, desde 2012 se han contabilizado 325 fallecidos en las carreteras leridanas de los que 91 son de estos colectivos –17 viandantes, 15 ciclistas y 59 motoristas–, siendo 2015 el ejercicio más trágico con 16 fallecidos. En el caso de los ciclistas, los accidentes con víctimas se han duplicado en Lleida y este año ya son 36, cinco de graves y uno mortal. Y esto sin tener en cuenta los siniestros en el interior de pueblos y ciudades, donde entre 2012 y 2022 se han registrado una decena de víctimas, mayoritariamente peatones.

¿Cuáles son los motivos que explican este aumento porcentual? Uno de ellos es el incremento de personas que practican ciclismo o que son aficionadas a las motocicletas, apuntan los expertos. “Más usuarios, más accidentes”, afirman. Otro factor es el descenso de accidentes mortales de vehículos de cuatro ruedas, ya sea por las mejoras en seguridad viaria o por el aumento de los controles.

En este sentido, Lluís Muñoz, jefe de Investigación del Área Regional de Tráfico de los Mossos en el Pirineo, recuerda que “en un accidente, tanto motoristas como ciclistas son como el chasis del vehículo, por lo que el riesgos de sufrir lesiones graves es mucho más elevado que el de los ocupantes de un turismo”. Muñoz explica, por ejemplo, que “las carreteras del Pirineo son un gran atractivo para motoristas y ciclistas, lo que ha supuesto un incremento de la vigilancia para detectar conductas inadecuadas”. Hay carreteras como la L-511 entre Coll de Nargó e Isona con muchas curvas que está entre las rutas favoritas de los motoristas.

En cuanto a los ciclistas, el jefe de Investigación de Tráficomotoristas. En cuanto a los ciclistas, el jefe de Investigación de Tráfico en el Pirineo comenta que “es importante que los ciclistas lleven la ropa adecuada y las luces para que sean vistos por los conductores”. La policía incluso ha llegado a denunciar a un ciclista profesional por no llevar sistema de iluminación. Desde los Mossos recuerdan la importancia de que los conductores respeten la distancia de seguridad a la hora de hacer adelantamientos de ciclistas.

Respetar la distancia

Respetar la distancia y reducir la velocidad son dos aspectos claves que deben tener en cuenta los conductores cuando se encuentran en la carretera con estos colectivos vulnerables. Y no está de más advertirlo. Víctor Saiz, ingeniero industrial de profesión y gran aficionado al cicloturismo de cuya área fue responsable en la comisión de la Federación Catalana de Ciclismo de 2018 a 2021, ha puesto en marcha el proyecto Safetyonbike.com que se basa en recordar que haya una distancia de al menos 1,5 metros entre vehículo y ciclista, para lo cual ha confeccionado “un adhesivo 3D atractivo para los usuarios y que se lo puedan colocar en todo tipo de vehículos para hacer más extensible la reivindicación ciclista”. En Lleida hay 980 ciclistas federados, aunque los que cuentan con un seguro podrían ser más de 4.000. A estos colectivos vulnerables, recientemente se ha sumado uno nuevo: el de los patinetes eléctricos. Son considerados Vehículos de Movilidad Personal (VMP). En su caso, la siniestralidad se registra en los cascos urbanos, que es por donde pueden circular. También están sometidos al Reglamento General de Circulación. En Lleida se han disparado los siniestros con estos vehículos implicados y también las infracciones. Este año, la Urbana ha denunciado a 773 usuarios, el triple que en los dos últimos años. Además, en septiembre del año pasado murió una mujer en la capital del Segrià tras ser arrollada por un patinete, en el primer accidente mortal de este tipo en la provincia.