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Aplequet de Tardor, con 3.500 'collistes'
Después de dos años de parón por la pandemia, Lleida recuperó la cita gastronómica con la participación de 75 'colles' || El Aplec estrecha lazos con la fiesta francesa del caracol de Bonpàs
Lleida recuperó ayer después de dos años de interrupción por la pandemia la edición de otoño del Aplec del Caragol, la fiesta gastronómica por antonomasia de Ponent. La meteorología casi veraniega contribuyó a que el Aplequet de Tardor fuera un éxito de participación, con unas 75 colles y en torno a los 3.500 collistes, el “núcleo duro del Aplec”, como les definió cariñosamente el presidente de la Federació de Colles (Fecoll), Ferran Perdrix. La música corrió a cargo de la Orquestra Premium, que amenizó los bailes de vermut y de tarde, después de que los comensales dieran buena cuenta de cassoles y paellas, siempre con el caracol de protagonista, del que se consumieron algo más de mil kilos.
El alcalde, Miquel Pueyo, dio la bienvenida a los participantes en un acto en el que se estrecharon los lazos con la Fête de l’Escargot de Bonpàs, localidad cercana a Perpignan, en la que el año que viene el Aplec de Lleida será el invitado de honor en una etapa más de la Ruta Europea del Caragol. Perdrix afirmó que “esperamos conseguir pronto el sello de fiesta de interés internacional para seguir poniendo a Lleida en el mapa gracias al Aplec”. De cara a la próxima edición, del 2 al 4 de junio, “estamos planificando la adecuación de la zona de expansión del recinto hasta el pabellón 4 de Fira Lleida para dar cabida a las colles en lista de espera”, añadió.