PATRIMONIO CELEBRACIONES
Lleida disfruta de su Seu Vella
Jornada lúdica con unos 3.000 visitantes para celebrar el gran día del monumento || Reclaman restaurar las murallas y mejorar la limpieza y la iluminación con la vista puesta en la Unesco
El Turó de la Seu Vella celebró ayer su día grande con una jornada repleta de iniciativas para que los leridanos pudieran redescubrir todos los rincones del monumento. Unas 3.000 personas pasaron ayer por las diferentes actividades organizadas por la Associació d’Amics de la Seu Vella, en una efeméride especial, ya que celebran su 50 aniversario, y con la esperanza de que la candidatura para ser patrimonio de la Humanidad por la Unesco pueda avanzar de cara al año que viene. El presidente de la entidad, Joan Ramon González, destacó que la jornada de ayer fue especial por diferentes motivos, ya que prácticamente se pudo recuperar la normalidad tras la pandemia y que fue una fiesta de aniversarios: el de la Associación, y también los 70 años de la geganta mora, la reina Zobeida, con una celebración en la nave central de la catedral, y el 40 aniversario de la Coral Estel, que también ofreció un concierto.
En cuanto a la candidatura a la Unesco, González señaló que después de un año parada, confía en que en 2023 se pueda presentar. Asimismo, la entidad reclamó mejoras en el monumento, con una inversión urgente en el sistema de murallas y más mantenimiento y limpieza del Turó así como mejorar la iluminación, tanto de la catedral como del conjunto monumental. La jornada festiva comenzó con un repique de campanas, a cargo de Josep Carvajal, miembro de la Confraria de Campaners de Catalunya, y el pistoletazo de salida del concurso de pintura rápida “Turó de la Seu Vella”, que llega a su XXII edición.
Tras la misa presidida por el obispo, Salvador Giménez, la nave central fue el escenario del aniversario de la geganta Zobeida, con la intervención del presidente de la Associació d’Amics dels Gegants de Lleida i Lo Marraco, Felip Vilardell, que recibió la felicitación de las comparsas de moros de la Festa de Moros i Cristians de Lleida en forma de ofrenda floral y el homenaje de los geganters de La Seu d’Urgell. Los visitantes también pudieron disfrutar de la exhibición de vehículos, juegos de madera, talleres de arte y de maquillaje. Otras iniciativas fueron una exhibición de country, la recreación histórica del hospital de campaña del Batalló Lincoln y el toque de tambores y bombos de la Agrupació de la Confraria de la Casa d’Aragó de Lleida.
Otra de las atracciones fue la campana Mònica, que pudo ser apreciada de cerca tras ser restaurada en Austria y con la previsión de volver al campanario de la Seu Vella a mediados de noviembre. Hubo algunas quejas porque las escaleras mecánicas de la plaza Sant Joan no funcionaban.