Begoña Giménez, de Suport al Dol de Ponent: «Aumentan los jóvenes que necesitan apoyo»

¿Ha aumentado en los últimos años la demanda de los servicios que ofrecen en su entidad? En los últimos meses la demanda se ha mantenido estable pero desde hace unos años sí que hemos notado un aumento considerable. Ello se debe a la mayor necesidad de apoyo emocional profesional por la pandemia, una mayor visibilidad de los servicios de apoyo al duelo en Ponent y más derivaciones por parte de los profesionales socio-sanitarios. También ha aumentado la concienciación en este tema.

¿Cuál es el perfil mayoritario de los usuarios? La mayoría son mujeres, aunque últimamente hemos incrementado el número de hombres, que están más implicados en los procesos de duelo y no vienen solo como acompañantes de su pareja. La edad media está entre los 50-60 años, aunque el número de jóvenes ha aumentado tanto que ahora tenemos un grupo de duelo para personas de 15 a 25 años.

¿Cree que la muerte sigue siendo un tema tabú en la sociedad? Más tabú creo que no, al contrario. Ahora se habla mucho de la muerte, aunque el duelo todavía se esconde, se disimula. La sociedad no sabe como acompañar a alguien que se encuentra en este proceso. Todavía queda mucho camino para acoger la tristeza como una emoción natural y derribar los mitos sobre el duelo. A nivel legal hay muchos vacíos: tenemos permisos de 15 días por casarnos pero solo tres por enterrar a un ser querido.

¿Habría que hablar más de la muerte en la escuela? Hablar de la muerte y del duelo en las escuelas, en la infancia en general, es totalmente necesario. Hay que integrar la muerte como un hecho natural que a todos nos pasa y, el duelo, como un proceso adaptativo que hay que vivir ante una pérdida. Evidentemente, hay que ajustar las explicaciones y las reflexiones a cada edad y a la madurez emocional.

¿Hay mucha diferencia en cómo la afrontan las personas que creen en alguna religión y las que no? A veces la fe puede ayudar a aferrarnos fuerte cuando sentimos que el camino es difícil, pero también hemos visto a personas que una creencia muy firme que han tambaleado en ella cuando “Dios les ha quitado a su hijo en la flor de la vida” u otras que han querido bautizar a un hijo que ha muerto durante la gestación y su religión no contempla el bautismo de los muertos. Así que depende muchos de los factores, no solo de las creencias.