Cinco beneficios de consumir miel regularmente y cuatro contraindicaciones
Cinco beneficios de consumir miel regularmente y cuatro contraindicaciones
La miel no es solo un alimento con propiedades energizantes, por su aporte en azúcares, también posee otras cualidades que hacen que se considere una fuente de salud:
- Es un antiséptico natural con propiedades antibióticas y antibacterianas a las que hay que añadir su capacidad para ayudar en el proceso de cicatrización de pequeñas heridas en su uso externo.
- Tiene efectos antiinflamatorios y ayuda a mantener la piel más joven y sana por los elementos antioxidantes, sobre todo, flavonoides y polifenoles, que contiene y que actúan a nivel celular frente a la acción de los radicales libres. Su textura viscosa y elevado contenido en agua hacen que este alimento esté dotado de una buena capacidad de hidratación y humectación, interesante especialmente para el cuidado externo de la piel.
- Favorece las buenas digestiones cuidando la flora intestinal por sus propiedades prebióticas.
- Posee propiedades emolientes que pueden proporcionarle a la dermis una mayor tersura y suavidad. A nivel interno, esas propiedades emolientes calman posibles irritaciones, por ejemplo, de garganta.
- Ayuda a conciliar el sueño y combatir al estrés por sus ligeros efectos sedantes.
Contraindicaciones de la miel
- Las personas con sobrepeso tienen que moderar su consumo dado su alto contenido calórico.
- También está contraindicado para las persona que tengan alergia al polen.
- Además, si se padece algún tipo de diabetes, en principio, la miel, rica en azúcares está desaconsejada, ya que podría elevar peligrosamente el índice glucémico, pero en este caso, siempre habrá que consultar con el médico la posibilidad de incluirla, con moderación, en la dieta.
- Por último, hay que recordar que los bebés y niños pequeños (menos de un año) no deben tomar miel, ya que, el alimento podría contener la bacteria que causa botulismo y el organismo de los niños de esta edad aun no cuenta con la resistencia necesaria para combatirla. Por el mismo motivo, las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben consultar con el médico la idoneidad de su consumo.
