Tres siglos no son nada

Sobrepasar la centena es complicado pese a los avances en la medicina, y más después de la pandemia del Covid-19, que se cebó en los más mayores. Pero las hermanas Farràs Vilanova nacidas en Cal Xic del Pla de Sant Tirs (Ribera d’Urgellet) desafían las estadísticas. Presentación tiene 104 años de edad (13 de marzo del 1918), Maria celebró en verano los 101 años (31 de agosto del 1921) y Carmen, la pequeña, acaba de cumplir los 94 años (10 de noviembre del 1928).

Ninguna de ellas ha tenido una vida fácil, pero las tres gozan de buena salud y pueden presumir de tener muy buena memoria. El secreto de su longevidad es, según ellas, “una larga vida de sacrificio, buenos alimentos y, sobre todo, mucha fe en Dios”. “He trabajado duro y he hecho de todo: mis manos han ordeñado vacas, han sembrado campos enteros y han servido también para coser y trabajar como modista”, afirma Presentación, la mayor de la casa, que enviudó con tres hijos pequeños.

“Creo que Dios existe y me ha ayudado a conservar la mente y la salud, de otra forma no lo veo posible. Todavía me atrevería a dibujar un patrón”, dice riendo. “No hacer daño a nadie, no tener enemigos y ayudar siempre que se pueda” también han contribuido a su longevidad.

Carmen, la pequeña, explica orgullosa que “siempre” se ha sentido “protegida”. Presen (así la llaman las hermanas), vive en la Llar de Sant Josep desde hace apenas un año. La menor de las tres se resiste y continúa viviendo sola en Olt, al lado de Sort.

“Mis tres hijos insisten en que pase temporadas con ellos pero me encuentro perfectamente y continuaré en mi casa”. Se quedó viuda a los 46 años y desde entonces tubo que hacerse cargo de la casa de payés. “Trabajé muy duro pero siempre he sido una mujer activa”, dice.

Maria, la mediana, tiene casa en La Seu pero pasa temporadas entre Barcelona y Andorra, donde viven algunos de sus seis hijos. La mujer se define también como una persona muy activa y goza de una muy buena salud.Las hermanas Farràs Vilanova tienen un precedente en Torres de Segre. Pere Forcat Drudes murió en 2017 a los 109 años y medio.

Tenía buenos genes. Su hermano mayor, Josep, nació en 1896 y murió en 2001 y el segundo, Ramon, era de 1898 y falleció cuando le quedaba poco para celebrar su 102 cumpleaños. Del siglo XIX al XXI, todo un récord.